jueves. 28.03.2024

En el Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo), la OMS exhorta a los países a aumentar los impuestos sobre el tabaco para animar a los consumidores a dejar de fumar y evitar que otras personas se conviertan en adictos al tabaco. Basándose en los datos de 2012, la OMS estima que un aumento del 50 % en los impuestos al tabaco en todos los países reduciría el número de fumadores en 49 millones en los próximos tres años y, en última instancia, salvaría 11 millones de vidas.

 

En la actualidad, cada seis segundos muere una persona debido al consumo de tabaco. El tabaco mata a la mitad de sus consumidores. También ocasiona gastos considerables para las familias, las empresas y los gobiernos. El tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaco, entre ellas el cáncer y las cardiopatías, es costoso.

 

Además, dado que las enfermedades y las defunciones relacionadas con el tabaco suelen afectar a las personas al inicio de su vida laboral, la productividad y los ingresos se reducen. "Aumentar los impuestos sobre el tabaco es la manera más eficaz de reducir el consumo y salvar vidas", afirma la Directora General de la OMS, Dra. Margaret Chan. "Una medida decidida sobre la política fiscal relativa al tabaco golpea a la industria donde más le duele."

 

 

Los jóvenes y los pobres son los más beneficiados

 

Los precios elevados son particularmente eficaces para disuadir a los jóvenes (que suelen tener ingresos más limitados que los adultos) de comenzar a fumar. Asimismo, alientan a los fumadores jóvenes a reducir el consumo de tabaco o dejar de fumar por completo. "Los aumentos de precios son dos o tres veces más eficaces para reducir el consumo de tabaco entre los jóvenes que entre los adultos", dice el Dr. Douglas Bettcher, Director del Departamento de Prevención de las Enfermedades No Transmisibles de la OMS. "Toda política fiscal puede ser controvertida, pero esta es una subida de impuestos que todos pueden apoyar. En la medida en que aumentan los impuestos al tabaco, disminuyen la muerte y la enfermedad".

 

 

Bueno también para las economías

 

La OMS calcula que si todos los países aumentaran los impuestos al tabaco en un 50 % por paquete, los gobiernos podrían incrementar sus ingresos globales en US$ 101 000 millones. "Esos fondos adicionales podrían, y deberían, utilizarse para promover la salud y ejecutar programas sociales ", agrega el Dr. Bettcher. Países como Francia y Filipinas ya han visto los beneficios derivados de la fiscalidad elevada sobre los productos de tabaco. Entre 1990 y 2005 Francia triplicó los precios de los cigarrillos ajustados a la inflación.

 

Esto dio lugar a una disminución de las ventas de más de un 50 %. Unos años más tarde, el número de jóvenes que morían de cáncer de pulmón en Francia comenzó a descender. En Filipinas, un año después de aumentar los impuestos el Gobierno ha recaudado más ingresos de los previstos, y planea utilizar el 85% de esos ingresos en servicios de salud.

 

 

Los impuestos al tabaco son un elemento central en la lucha contra el tabaco

 

El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de defunción en todo el mundo. El tabaco mata a casi 6 millones de personas cada año, de los cuales más de 600 000 son no fumadores que mueren por respirar humo ajeno.

 

Si no se adoptan medidas, para 2030 el tabaco matará a más de 8 millones de personas cada año, de las cuales más del 80% serán habitantes de países de bajos y medianos ingresos. Aumentar los impuestos sobre el tabaco en apoyo de la reducción del consumo de tabaco es un elemento básico del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), un tratado internacional vigente desde 2005 que ha sido adoptado por 178 Partes.

 

En el Artículo 6 del CMCT de la OMS, Medidas relacionadas con los precios e impuestos para reducir la demanda de tabaco, las Partes reconocen que “las medidas relacionadas con los precios e impuestos son un medio eficaz e importante para que diversos sectores de la población, en particular los jóvenes, reduzcan su consumo de tabaco”.

El aumento del impuestos al tabaco salvaría la vida a once millones de personas