viernes. 29.03.2024

El glifosato es el plaguicida más frecuente en las aguas del Tajo y del Júcar, y el segundo más detectado en los ríos del País Vasco, según los análisis realizados por Ecologistas en Acción (EA).

 

El producto Roundup, que contiene esta sustancia, es actualmente el herbicida más vendido en el mundo, y los representantes de la Comisión Europea decidirán este jueves si renuevan o no la licencia para su uso en los países de la Unión Europea. La organización ecologista ha denunciado hoy la contaminación de los ríos españoles a causa de este herbicida, dados los niveles de concentración de este químico, sobre todo, en la cuenca del Júcar, donde se detectó en todas las muestras analizadas por esta ONG (48), y en la del Tajo, donde se encontró en 263 de las 421 muestras.

 

La asociación conservacionista ha asegurado que, además, el glifosato es el plaguicida más hallado en los ríos del País Vasco después del insecticida clorpirifós, "al estar presente en 13 de las 73 muestras" en concentraciones de 0,1 a 1,68 microgramos por litro. Ha lamentado asimismo que sólo seis de los diez organismos de cuenca hidrográfica les han facilitado datos sobre sus programas de control en los que analizan la presencia de glifosato en sus aguas, "a pesar de ser el herbicida más utilizado en España".

 

Las cuencas del Tajo, el Segura, el Miño-Sil, el Guadiana, el Júcar y los del País Vasco son las que analizan la presencia de esta sustancia en su caudal, según los ecologistas. Además de la contaminación de los ríos, los activistas han recordado que un estudio europeo publicado el pasado mes detectó glifosato y su metabolito (AMPA) en el 25 y el 40 por ciento de los suelos analizados en España, respectivamente, y que las concentraciones de estas sustancias en nuestro país únicamente se superan en Grecia y en Portugal. Asimismo, los ambientalistas han recalcado los perjuicios en la salud ocasionados por el herbicida y han argumentado que la Agencia Internacional de Estudios sobre Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al glifosato como "probable cancerígeno para seres humanos".

 

Análisis realizados en Francia e Italia en mayo de este año revelaron que los índices de los químicos derivados del glifosato en las personas superaban la tasa permitida por las autoridades sanitarias europeas que es del 0,1 nanogramos por mililitro de orina. La multinacional Monsanto, principal productora de glifosato a nivel global, alegó en declaraciones a EFE que la seguridad del producto "ha sido avalada por las autoridades científicas europeas, así como las de los Estados miembros y las de países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Japón".

Ecologistas en Acción denuncia la contaminación de los ríos por glifosato