jueves. 18.04.2024

Un equipo de cirujanos del Hospital Sant Joan de Déu ha planificado detalladamente una intervención de gran complejidad dirigida a extirpar un tumor gracias a su reproducción mediante las tecnologías de impresión 3D de la Fundació CIM, centro tecnológico punto de la Universitat Politècnica de Catalunya – Barcelona Tech (UPC).

 

El tumor reproducido es un neuroblastoma, uno de los cánceres más frecuentes en la población infantil y que supone el 10% de los cánceres diagnosticados a niños. Se trata de un tumor extremadamente agresivo que se forma en el tejido nervioso y que se diagnostica principalmente a los niños durante los primeros cinco años de vida. Su tratamiento implica la extirpación quirúgica del tumor, combinado de quimioterapia y/o radioterapia.

 

Su extirpación quirúrgica, sin embargo, plantea muchas dificultades porque, debido a su localización, el neuroblastoma rodea vasos sanguíneos, arterias y los cirujanos tienen que proceder con una extremada precisión para extraer las células tumorales sin dañar las arterias y poner en peligro la vida del paciente. En este contexto, la posibilidad de poder ensayar la intervención con antelación es clave.

 

Permite a los cirujanos estudiar cual es la manera más efectiva de abordar el tumor ensayandola reiteradamente antes de la intervención. Además, permite reducir el tiempo de la operación, evitar complicaciones y estudiar la vía para extirpar el mayor porcentaje de tumoración posible.

 

Para poder planificar las extirpaciones de los tumores más complejas, que a veces resultan inoperables, un equipo de cirujanos del Hospital Sant Joan de Déu ha optado por comenzar a hacer reproducciones en 3D. En colaboración con la Fundación CIM de la Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech (UPC), han realizado un copia en 3D del neuroblastoma que presentaba un niño de 5 años.

 

Para hacerla, los técnicos de la Fundación CIM han cruzado los datos de una tomografía computerizada y una resonancia magnética realizadas al niño. A pesar que ya hace años que se utilizan impresiones en 3D en el campo de la cirugía maxilofacial, para la reproducción de huesos, la aplicación para tejidos blandos es un novedad.

 

La dificultad que plantea su uso en el caso presentado es doble:

 

• Es necesario un trabajo conjunto entre técnicos radiólogos y de fabricación para revisar las digitalizaciones de la zona afectada y decidir cuales son los contornos reales de los tejidos.

• La impresión se ha tenido que hacer con dos materiales diferentes y lo más parecido posible a los tejidos blandos sobre los que los cirujanos han de intervenir. La copia del tumor ha sido hecha mediante una tecnología que permite la impresión en dos tipos de materiales.

 

Se ha utilizado una resina para reproducir los vasos sanguíneos y órganos de la zona afecta, y otra translúcida y de consistencia blanda parecida a la de la tumoración para que los cirujanos puedan probar de extraer sin dañar los vasos y órganos. Complementariamente, también se ha fabricado un prototipo con los órganos sin el tumo, para poder visualizar el resultado ambicionado al hacer la intervención.

Un tumor impreso en 3D ayuda a planificar la compleja operación de un niño de cinco años