"Esto no ha terminado, estamos casi al principio de la película y no podemos permitirnos repetir lo que pasó al principio de la pandemia del coronavirus", por lo que hay que "contenerse un poco" ante la posibilidad de que haya un rebote. Así lo defiende, en declaraciones a Efe, el médico adjunto del Servicio de Medicina Interna en la Sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III de Madrid, Pablo Barreiro, quien también contrajo el coronavirus, pero "nada grave". Asegura que no se puede renunciar a este mensaje de que hay que proteger muy especialmente a la población más vulnerable, como los usuarios de las residencias de personas mayores, que han sido "el gran foco de tantos brotes y fallecimientos".
Estas residencias alojan personas de riesgo y la transmisión es mas fácil, ha dicho el también director del máster en Bioética de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). "Y también hay que tener cuidado con las visitas a los domicilios de los abuelos", por lo que, ha enfatizado, no hay que saltarse las recomendaciones sanitarias e higiénicas que se han establecido porque son de los colectivos que "peor lo pueden pasar si cogen la enfermedad", al igual que el de los enfermos crónicos.
Por eso, "hay que contenerse un poco y recuperar la normalidad poco a poco", según las fases que se vayan marcando, ha precisado Barreiro, quien cree que la sociedad está preparada para convivir con minis brotes de la COVID-19 si se producen. Ha recordado que el Ministerio de Sanidad tiene muy bien establecido qué hay que hacer si se produce un brote, en cuanto a diagnosticar, aislar el caso sospechoso de tener la infección, hacer a esa persona la PCR y, si es positiva, determinar el aislamiento correspondiente y detectar a aquellas con las que ha mantenido un contacto estrecho.
Los estudios de anticuerpos son importantes porque son "una herramienta de investigación y de información a fecha de hoy", pero no son para tomar ninguna decisión sobre el diagnóstico. A nivel poblacional, permiten ver cómo va la pandemia y obtener información sobre la inmunidad de grupo o de rebaño, pero, según los datos iniciales del último estudio de seroprevalencia, dado a conocer el pasado 13 de mayo, solo un 5 % de la población ha tenido contacto con el virus.
Por ello, "estamos casi al principio de la película", aunque habrá que ver cómo aumenta ese porcentaje de inmunidad de los españoles en los próximos meses. "Me temo que vamos a tener que seguir manteniendo estas medidas de distanciamiento un cierto tiempo largo", ha señalado, y "deberemos acostumbrarnos a vivir un poco con una serie de medidas que eviten que volvamos a ese pico de la gran oleada".
Confía en que, "al final, el coronavirus se convertirá en un virus más de los catarros...", pero ello tardará y "el punto final será cuando se logre una vacuna verdaderamente eficaz". Entiende que ayudaría mucho a cortar la progresión de la infección el que hubiera algún tipo de antiviral contra la COVID-19, al igual que lo hay para la gripe.
Para él, será un momento "crítico" cuando llegue la gripe hacia el próximo mes de octubre, ya que puede ser "un lío grande" por los síntomas que puedan presentar los pacientes. "A la población hay que mantenerla informada y formada", ha subrayado este médico, quien, desde el inicio de estas crisis sanitaria, ha "batallado" contra el coronavirus desde el punto de vista hospitalario y de la investigación epidemiológica.
La COVID-19 "nos ha enseñado que somos limitados, que no sabemos tanto, que nuestra ciencia y nuestra tecnología no lo resuelven todo", ha añadido Barreiro, que fue uno de los sanitarios que trabajó en el hospital de campaña de Ifema, en Madrid. Ha resaltado la generosidad de todo el personal que lucha contra la COVID-19, "todos han tirado hacia adelante y nadie ha dado un paso atrás", por lo que él no ha sentido miedo, aunque "algún mal ratillo" pasó cuando tuvo que retirarse a su casa al contagiarse, pero "no fue nada grave".
