jueves. 28.03.2024

Leopoldo, un hombre de 83 años, ha sido la primera persona, de las 569 citadas para este viernes en Galicia, en recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer contra la covid-19 al pertenecer al grupo de mayores de ochenta años que no viven en residencias. Son ocho los puntos del área sanitaria de Santiago y Barbanza fijados para la administración de las mismas en esta jornada, en la que está en marcha una prueba piloto a modo de ensayo de la inoculación intensiva que se iniciará el próximo lunes.

 

El propósito, como ha avanzado la Xunta, es que 5.500 gallegos de este segmento de edad queden vacunados en la primera semana. La gerente del área sanitaria de Santiago y Barbanza, Eloína Núñez, ha indicado ante el centro de salud de Milladoiro (Ames-A Coruña) en el que ha sido atendido Leopoldo que hay un importante dispositivo para acordar la hora con esta población diana, con hasta tres llamadas. En caso de que alguien no pueda desplazarse, se elaborará una lista para ir a domicilio. El orden que se sigue, y que ha sido elegido al azar, es de la letra "hache" en adelante.

 

Los sábados está previsto que también se trabaje. Núñez ha asegurado a la prensa que "cuantas más vacunas nos den, más podremos vacunar". La jefa de la sección de atención primaria en Milladoiro, Magdalena Seco, ha indicado a los medios de comunicación allí congregados que mucha gente "ansiosa" ha venido "antes de tiempo", algo que entiende perfectamente y que incluso se esperaba. "Estaban deseando poner la vacuna", ha contado Seco, consciente de que han sufrido mucho y de que el confinamiento ha sido muy duro para ellos.

 

Ha puesto un ejemplo muy representativo del estado en el que han acudido: mejor disposición para la vacuna que para "tomar la pastilla de la tensión". Entre los 'vacunados', los testimonios han sido muy similares: "que vengan todos, que no pasa nada", "ahora voy a desayunar", "estaba deseando esto, es una cosa buena", "me siento más tranquilo", "esperando a reunirme con mi hija, nietos y otra familia". Otras declaraciones han llevado aparejada cierta retranca ("ilusionado no, pero contento") e incluso bofetadas de realidad: "estar así es un rollo, pero tenemos que aguantarnos".

Leopoldo, primer vacunado de mayores de 80 años que no viven en residencias