jueves. 28.03.2024

El pasado año murieron en las carreteras españolas 1.126 personas, seis menos que en 2014, mientras que la mortalidad bajó en nueve comunidades autónomas, sobre todo en Andalucía y Galicia, en términos absolutos, con 23 y 19 víctimas mortales menos, respectivamente, y subió en ocho, especialmente en Cataluña, con 32 fallecidos más.

 

 

Son datos del balance provisional de siniestralidad que hoy han presentado el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y la directora general de Tráfico, María Seguí, de los accidentes mortales del año recién acabado contabilizados a 24 horas (es decir, los fallecidos en las 24 horas siguientes al siniestro).

 

Además de en Andalucía (con 23 muertos menos), la siniestralidad se redujo en Galicia (19 menos), Murcia (-17), Navarra (-16), Comunidad Valenciana (-12), Aragón (-8), Asturias (-6), Extremadura (-2) y Madrid (-1). Por el contrario, subió en Cataluña (32 fallecidos más que en 2014), por delante de Castilla y León (28), País Vasco (21), Baleares (7), La Rioja (6), Cantabria (2), y Canarias y Castilla-La Mancha, con un muerto en cada comunidad.

 

No obstante, en términos relativos, el mayor porcentaje corresponde a Castilla y León, donde aumentó un 24 por ciento el número de fallecidos, mientras que en Cataluña el ascenso fue del 23 por ciento. Cataluña y Andalucía fueron las comunidades con más fallecidos en accidentes de circulación, 172 en cada una, seguidas de Castilla y León, con 143 muertos, y Cantabria (16) y Asturias (19) fueron las regiones con menos víctimas mortales.

 

Por provincias, Madrid y Barcelona, con 58 y 53 fallecidos en cada caso, fueron las de mayor siniestralidad, en tanto que Palencia y Álava, con seis cada una, fueron las de menor mortalidad. Fue en Tarragona, sin embargo, donde más se incrementó el número de víctimas mortales respecto a 2014, con 19 fallecidos más en 2015, seguida de Guipúzcoa, con 15. En cambio, en Murcia hubo 17 fallecidos menos y en Navarra 16 menos que el año anterior.

Las carreteras gallegas cerraron 2015 con 19 personas muertas menos que 2014