viernes. 29.03.2024

Siete años han pasado desde que comenzó el conflicto en Siria, llevándose por el camino la vida de centenares de miles de personas y desplazando a millones convirtiéndose así en refugiados.

 

Lo que empezó en 2011 como una serie de protestas contra el gobierno de Bashar al Asad se tornó en algo mucho más complejo en la actualidad. Antes de la guerra la población siria rondaba los 22 millones de personas.

 

Según datos del Comité Español de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), 11 millones de sirios se han visto obligados a abandonar sus hogares, la mitad de la población del país. Además, actualmente se estima que más de cinco millones viven como refugiados en los países limítrofes como Líbano, Jordania y Turquía.

 

Lejos de finalizar esta guerra que está provocando miles de muertes y un auténtico sufrimiento, parece que todavía puede ir a peor. ACNUR, ha alertado sobre la escalada de las necesidades humanitarias en Siria.

 

Las muertes de civiles no cesan y tampoco la nueva espiral de desplazamiento que está provocando la violencia en diversas zonas de Siria, ante una situación humanitaria que ya de por sí desesperada y con una población civil que no puede aguantar más.

 

Cabe resaltar como muy preocupante, la situación en Duma (Guta Oriental), donde decenas de miles de civiles permanecen atrapados. ACNUR estima que más de 133.000 personas han huido de Guta Oriental en las últimas semanas.

 

Desde el comienzo de la emergencia, ACNUR ha estado trabajando para dar respuesta a las necesidades de las personas desplazadas, dentro del marco de respuesta operativa de la ONU.

 

En el caso de la situación de Duma, la respuesta de la Agencia de la ONU para los Refugiados ha sido la pronta distribución de materiales de ayuda humanitaria, apoyo para proporcionar cobijo y servicios de protección. Por el momento, se ha proporcionado respuesta a más de 60.000 pero son cerca de un cuarto de millón de personas las que necesitan ayuda urgente en realidad. Ante esta situación no cabe duda de lo importante que es una donación, hay mucha más demanda de ayuda de la que se está ofreciendo.

 

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Foto: EFE

 

¿Y qué hace ACNUR para ayudarles?

 

Durante seis años ya, y sin fallar un día, los equipos de ACNUR visitan los refugios comunales en los que se alojan los desplazados, para ver cuáles son sus necesidades e intentar en la medida de lo posible cubrirlas, por lo menos las más urgentes.

 

Además, por si fuera poco, tienen que enfrentarse a numerosos problemas como el riesgo de violencia sexual y de género, la separación de las familias, la falta de documentación y también las restricciones de circulación, etc…

 

Todo ello unido a la insuficiente infraestructura sanitaria y la saturación de los centros lo conlleva graves riesgos para la salud.

 

Con su ayuda a los refugiados, ACNUR espera reducir el número de sirios desesperados que ponen sus vidas en manos de traficantes tratando de buscar seguridad fuera de esta grave crisis que vivimos en pleno siglo XXI.

Más de cinco millones de sirios viven como refugiados, tras 7 años de guerra