sábado. 20.04.2024

• Es conveniente el uso de prendas reflectantes por parte de peatones y ciclistas

• Las campañas de concienciación sobre seguridad vial puestas en marcha por la Xunta continúan dando frutos

 

Los accidentes de tráfico disminuyeron en Galicia en un 70% durante el estado de alarma. Teniendo en cuenta que la cifra de víctimas en accidentes mortales en carreteras gallegas ya había venido descendiendo de manera significativa en los últimos años, el estado de confinamiento ha conllevado que en los últimos dos meses solo hayan fallecido tres personas en Galicia a causa de accidentes de tráfico, todos ellos por exceso de velocidad.

 

Ahora, una vez que los ciudadanos comienzan a salir poco a poco de sus domicilios y a recuperar sus vidas, es imprescindible tratar de evitar que los accidentes de tráfico se conviertan en la cara negativa de la movilidad.

 

Casi toda la población tiene muy claro cuáles son las medidas de prevención ante el coronavirus: mantenimiento de distancia social, uso de mascarillas, lavado frecuente de manos, etc.

 

Sin embargo, estas medidas no deben ser óbice para descuidar otras que ya deberían estar interiorizadas: respetar los límites de velocidad, llevar puesto el cinturón de seguridad y cumplir las normas de circulación. Gran parte de los accidentes de tráfico se deben a distracciones.

 

Según la Dirección General de Tráfico, el 35,2% de los accidentes mortales de tráfico que tuvieron lugar en 2018 en Galicia estuvieron causados por una conducción distraída, y los informes anuales de siniestralidad confirman que el uso del teléfono o de la radio durante la conducción son los causantes de un elevado porcentaje de los accidentes.

 

Por este motivo, la Xunta de Galicia considera que las distracciones al volante son uno de los puntos fundamentales contra los que hay que luchar para disminuir el número de víctimas de accidentes de tráfico. Aunque la administración gallega lleva a cabo importantes esfuerzos económicos y técnicos para construir infraestructuras viarias seguras y mantenerlas en condiciones adecuadas, esto no es suficiente si no se cuenta con la colaboración ciudadana.

 

Resulta necesario, por tanto, aunar esfuerzos y pensar en el bien común, dándole a la vida humana el valor que realmente tiene: detrás de cada víctima se esconde una vida perdida y un drama familiar, y es por ello que esta lacra social ha de ser abordada por toda la sociedad en su conjunto.

 

En esta línea, es imprescindible recalcar que está en la mano de cada conductor evitar todo tipo de distracciones que apartan la vista de la carretera, disminuyen la atención y la capacidad de reacción, aumentando, en consecuencia, las posibilidades de sufrir un accidente.

 

Vuelta a la normalidad, y a las carreteras

 

Tras meses de confinamiento, los ciudadanos vuelven a la normalidad de forma paulatina, y la llegada del verano y el buen tiempo provoca que muchas personas incrementen su actividad al aire libre, caminando, corriendo o practicando ciclismo. En este sentido, los conductores deben recordar siempre que no son los únicos que hacen uso de las carreteras, ya que ciclistas y peatones también utilizan las vías públicas.

 

En consecuencia, es imprescindible respetar las reglas básicas de conducción, como la separación de metro y medio al adelantar a un ciclista.

 

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Por su parte, las personas que realizan actividades deportivas empleando las vías públicas deben tener en cuenta todas las medidas de seguridad: tanto las de protección frente al coronavirus, como el uso de mascarillas para evitar contagios, como las de protección frente a los accidentes de tráfico, evitando invadir la calzada y mostrándose visible.

 

Muchas carreteras autonómicas cuentan con sendas peatonales o ciclistas, construidas por la Xunta con el objetivo de facilitar la movilidad de los ciudadanos y conseguir una convivencia harmónica entre todos los usuarios de las carreteras, de forma cómoda y segura para todos ellos. Por otra parte, ciclistas y peatones deben hacerse ver, especialmente en las horas del día en las que hay menos luz, utilizando ropa reflectante. Cuanto más aumenta la visibilidad ante los coches, más se minimiza la posibilidad de sufrir un siniestro. En consecuencia, estas pequeñas acciones de seguridad vial que no suponen ningún esfuerzo pueden ayudar a salvar vidas.

 

Chalecos o cortavientos reflectantes resultan muy útiles para incrementar la percepción de la presencia de los peatones o ciclistas por parte de los conductores en las carreteras, y así lo tienen comprobado las federaciones de ciclistas, que recomiendan el uso de ropa reflectante para garantizar la seguridad de las personas que practican esta actividad.

 

Por este motivo, la Xunta de Galicia ha venido reforzando, en los últimos años, la distribución de chalecos y cortavientos reflectantes entre las asociaciones vecinales y los clubes ciclistas con el objetivo de fomentar la cultura de la seguridad viaria. Así, y bajo el paraguas del Plan de Seguridad Viaria 2016-2020, el gobierno autonómico ha repartido miles de piezas reflectoras, como cortavientos y chalecos reflectantes, que pueden salvar numerosas vidas al prevenir atropellos en las carreteras.

 

La prevención pasa por la concienciación

 

Además, el ejecutivo gallego basa su trabajo de prevención de accidentes de tráfico en otro pilar fundamental, la concienciación ciudadana, que resulta clave para reducir progresivamente la siniestralidad.

 

Esta labor de concienciación resulta especialmente importante en las escuelas, y de hecho las campañas de divulgación que el gobierno autonómico ha puesto en marcha en los colegios gallegos continúan dando frutos: los niños cada vez son más conscientes de la gran importancia que tiene el comportamiento responsable en las vías públicas.

 

Caminar por el lado izquierdo de la carretera, emplear los itinerarios diseñados para este fin o cruzar con cuidado en los pasos de peatones son hábitos fundamentales que los niños aprenden en las aulas y que, posteriormente, recuerdan a sus mayores en sus hogares.

 

De este modo, mediante la puesta en práctica de estos pequeños gestos y la responsabilidad individual, se consigue multiplicar la protección de los ciudadanos y la seguridad en las carreteras.

Evitar las distracciones y respetar las normas de tráfico, clave para evitar siniestros...