viernes. 19.04.2024

Las vacunas podrían ser una realidad en primavera, a tenor de anuncios recientes y de otros que se esperan, lo que no deja de ser un horizonte a medio plazo ante la devastadora segunda ola del coronavirus, que parece haber doblado el pico en España pero no en Europa, donde sus efectos son en muchos casos mayores que los de la primera. Sanidad ha notificado este miércoles 19.096 nuevos contagios y 349 muertes, que elevan el total por encima de las 40.000 (40.105, según el recuento oficial, muy lejos de los 60.000 del exceso de mortalidad desde marzo constatado por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III.

 

Los nuevos contagios se mueven en la pauta de lenta desaceleración de la curva con una incidencia acumulada que baja hasta los 514 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, con Aragón por encima de 900, Navarra y Castilla y León de 800 y País Vasco y La Rioja de 700. Madrid, pese a las dudas que concita, se sitúa en 323,23. "Hay una tendencia a la baja, pero la situación sigue siendo muy preocupante, con un número alto de hospitalizaciones y ocupación de ucis y un número relevante de personas fallecidas", ha señalado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha insistido en la necesidad de mantener "medidas estrictas durante un largo plazo".

 

Las hospitalizaciones alcanzan las 21.051 (16,79 %) y en las ucis hay 3.093 personas ingresadas (31,78 %), con especial incidencia en La Rioja, Aragón, Navarra, Cataluña, Asturias y Castilla y León. Madrid en ambos casos está por encima de la media.

 

Contener la presión hospitalaria es uno de los objetivos prioritarios en los meses venideros en los que el Gobierno insiste en que el Sistema Nacional de Saludad, en palabras de Illa, estará preparado "para a finales de este año iniciar tareas de vacunación". También la UE, que ha firmado este miércoles el acuerdo con la biotecnológica alemana BioNTech y la farmacéutica estadounidense Pfizer para adquirir 300 millones de dosis de su vacuna en fase 3, que, según ha anunciado, muestra una efectividad del 90 por ciento. A este anuncio, recibido con euforia por los mercados y con prudencia por la comunidad científica, se espera que le sigan otros como el de la también estadounidense Moderna, que emplea el mismo método de BioNTech basado en el novedoso ARN mensajero, o el de la británica Astrazeneca o los proyectos chinos más avanzados.

 

EL IVA DE LAS MASCARILLAS Y PCR A VIAJEROS

El mismo día en que la encuesta del CIS ha revelado que la opinión sobre el Gobierno ha empeorado para el 59,9 % de los españoles, el Ejecutivo ha hecho dos anuncios para subsanar otros tantos retrasos: rebajará del 21 % al 4 % el IVA de las mascarillas y exigirá pruebas PCR a los viajeros que lleguen a España desde zonas de riesgo. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha aprovechado el inicio del debate sobre los Presupuestos para adelantar que el Consejo de Ministros aprobará el martes por decreto una rebaja del IVA de las mascarillas hasta el tipo superreducido del 4%, con la advertencia de que vigilará para que se repercuta al consumidor.

 

Igualmente aprobará una bajada de su precio máximo de venta. Salvador Illa, por su parte, ha comunicado a las comunidades autónomas en un Consejo Interterritorial de Salud dedicado a las vacunas que España exigirá desde el 23 de noviembre una PCR negativa en las 72 horas previas a todos los viajeros procedentes de países de riesgo, sea cual sea país su nacionalidad o procedencia. Las agencias de viaje, operadores turísticos y las compañías de transporte deberán informar a partir de ahora a los pasajeros de esta nueva exigencia, que deben acreditar.

 

Esta medida la pedía reiteradamente la Comunidad de Madrid en su pulso con el Gobierno con el argumento de que no se hacían controles suficientemente rigurosos a los pasajeros que llegaban por el aeropuerto de Barajas, ante lo que Sanidad se defendía argumentando que menos del 1 % de los casos detectados son importados.

 

LA COVID PERSISTENTE

Las secuelas, de las que se tiene noticia desde los primeros meses de la epidemia, forman parte de la otra cara de la covid-19, ocultada en buena medida por las urgencias y las prioridades de una enfermedad desconocida que ha llevado al límite al sistema sanitario y trastocado seriamente el tratamiento de otras patologías. Más allá de los graves problemas puntuales relacionados con el nuevo coronavirus, como los trombos y las afecciones pulmonares o neurológicas, hay una suma aleatoria de hasta 200 síntomas que siguen afectando a muchos pacientes que han pasado la enfermedad que ya se conoce como la covid persistente.

 

Una encuesta la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y colectivos de afectados con 2.120 enfermos ya curados, la mitad hombres y la otra mitad mujeres, ha permitido trazar un perfil tipo de este paciente: mujer de 43 años, sin patologías previas y en muchos casos sin haber estado hospitalizada. Los síntomas persistentes más habituales son los que se definen como malestar general (cansancio, cefaleas), seguidos de los de tipo neurológico, psicológico, del aparato locomotor y respiratorios. "Ha sido como despertar en un cuerpo menos inteligente”, ha resumido la traductora Anna Kemp, contagiada en marzo. Falta saber ahora, y no será tarea sencilla, las causas y la SEMG va a intentar aproximarse a ellas con un estudio con algunos de los mismos encuestados.

España se prepara para un largo invierno hasta la llegada de las vacunas