El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha apelado hoy en el Parlamento al consenso y suma de esfuerzos en la lucha contra la violencia de género, en una sesión en la que las portavoces de la oposición acusaron a la Xunta de recortes en este ámbito y criticaron la ausencia de todos los integrantes del Ejecutivo, incluido el presidente, en este debate.
Rueda resaltó que la violencia de género es un fenómeno estructural que exige un compromiso global y permanente de todas las administraciones, instituciones y el conjunto de la sociedad, "sin divisiones y con confianza en la acción pública". De ésta, señaló como ejemplo la constitución ayer mismo de los tres grupos de trabajo en el seno del Observatorio Galego da Violencia de Xénero, que se encargarán de elaborar un protocolo de coordinación y cooperación institucional, aportar directrices y buenas prácticas y abordar el fenómeno con la juventud desde el ámbito educativo.
También anunció la presentación de un plan para dinamizar la labor que realizan los municipios en este campo, para lo que ya comenzaron -dijo- las gestiones con la Fegamp, con una implantación progresiva hasta que todos los Ayuntamientos cuenten con una mesa local de coordinación.
Anunció que estas y otras medidas que señaló se suman a las que ya tiene la Xunta en marcha para luchar contra esta "lacra", referidas al blindaje de créditos para las ayudas económicas a las mujeres, los apoyos al alquiler o la ley de inclusión social de 2013, que reguló, por primera vez, un procedimiento de tramitación abreviada para el acceso de las víctimas a la Risga y gratuidad en los comedores escolares para los menores. Entre las medidas concretas, se refirió asimismo a la puesta en marcha antes del verano del Centro de recuperación Integral, el eje de la red de acogida, en el que a día de hoy se atiende a 7 mujeres.
Recordó que el año pasado se habían registrado casi 100.000 consultas en los 80 Centros de Información á Muller y se constituyeron la Comisión Interdepartamental, el Consello Galego das Mulleres y el Observatorio de la Violencia, completando la estructura orgánica prevista en la ley gallega de violencia.
La portavoz socialista Carme Acuña consideró que la intervención del representante del Gobierno habían sido "palabras, palabras, palabras", cuando lo que esperaba escuchar era "qué va a cambiar, porque lo que se está haciendo no funciona". Acuña, como había hecho antes la nacionalista Carme Adán, calificó de "dramática e intolerable" la ausencia de Núñez Feijóo en esta sesión, como la totalidad de los miembros del Ejecutivo, que no se daría si el debate fuese sobre "otro tipo de terrorismo".
Para la diputada socialista, "no llega con la denuncia y la repulsa", sino que es necesario un "compromiso real", que no observa en la administración gallega y, en su opinión, la petición de Rueda de un pacto es "buscando cómplices, no soluciones". Consuelo Martínez García, de AGE, dijo que la exposición del vicepresidente fue "triste" y reduce la violencia de género a "cifras sin rostro y sin consecuencia", sobre "campañas que no modifican nada", para "cumplir con lo políticamente correcto".
Sin embargo, resaltó cuestiones como la brecha salarial entre hombres y mujeres, que es de un 23 % y "subiendo", o que el 73 por ciento del empleo a tiempo parcial sea femenino. Tras referirse a la violencia mediática y en la publicidad, explicó que también es violencia contra la libertad reproductiva la pretendida reforma de la ley del aborto, que considera, a su entender, a las mujeres como "retrasadas mentales".
La portavoz del BNG, Carme Adán, insistió en la ausencia de Núñez Feijóo y pidió que se pensase qué haría si los muertos del debate fuesen por terrorismo, para concluir que esa diferencia de actitud es "parte del problema", porque se "normaliza" la violencia machista. De la intervención de Rueda, afirmó que se trata de "lugares comunes y palabras escuchadas muchas veces", cuando se trata de una "cuestión de Estado". Por el contrario, la portavoz del PPdeG, Rosa Oubiña, recordó los nombres de las mujeres asesinadas este año y resaltó que hoy existe un compromiso real de las administraciones.
Frente a las críticas de la oposición, subrayó que todos los Gobiernos intentan acabar con esta lacra y no se puede equiparar a los culpables con quienes toman medidas y buscan soluciones, para negar también que se hubieran producido recortes con relación al bipartito, sino que había cambiado la estructura de la Xunta que, en su conjunto, destina un presupuesto "igual o similar" al que los partidos de la oposición dedicaban "en época de bonanza". En este sentido se manifestó en la réplica el compareciente, que pidió que no se hiciera "demagogia ni lucha de cifras", pues los presupuestos no disminuyeron en su conjunto.
