Con la llegada de la primavera, los paseos en moto por la geografía gallega mientras disfrutamos de la conducción, del paisaje y seguro, de buena compañía, son casi obligados. Sin embargo conviene tener presente algunas cautelas para que nuestro viaje en moto sea lo más perfecto posible.
Además de las cautelas habituales como llevar combustible necesario, una ropa de moto adecuada, y que el motor de la misma no haga ningún ruido raro, es importante revisar el estado de los neumáticos de moto, sobre todo si no hemos usado mucho nuestra moto desde hace meses por el invierno.
Y es que, si en un vehículo con cuatro ruedas la situación de los neumáticos es importante, con dos ruedas es vital porque nuestra seguridad está en juego ya que de la estabilidad y manejabilidad de la moto depende de las dos ruedas, que son el contacto con la vía por la que circulamos.
Así pues, lo primero es comprobar la presión: debe ser adecuada, ni muy hinchada ni poco (y tampoco hace falta que nos liemos 'la manta a la cabeza' con nitrógeno como en las carreras de MotoGP).
Otra cosa que tenemos que hacer es revisar que no está desgastada (y ver el dibujo), comprobar que no haya grietas o pinchazos y saber si la goma es adecuada al tipo de conducción que le vamos a dar (no es lo mismo que la usemos para un paseo por carretera de montaña que para un circuito de velocidad, o para conducir por la ciudad). Por cierto, otra cosa que habrá que tener a mano es llevar un bote con parches antipinchazos, por si acaso tenemos un imprevisto.
Si tu rueda no está en perfecto estado, es mejor no arriesgar y cambiar a unas nuevas. En estos casos es mejor no comprar de segunda mano, y siempre comprarlos nuevos. Hay precios de neumáticos para todos los gustos y tampoco hace falta gastarse un dineral, y las colocaciones nos la puede hacer nuestro mecánico de confianza.
