sábado. 20.04.2024

Treinta incendios forestales queman Galicia, de los que diecisiete permanecen activos, con una situación de riesgo real para la población en once puntos repartidos entre las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra. Unos 350 brigadas, 220 motobombas, cuarenta palas y una veintena de medios aéreos de la Xunta y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente trabajan desde primera hora en la comunidad gallega para combatir los incendios que arrasan más de 4.000 hectáreas en 146 nuevos focos surgidos desde el viernes.

 

La Unidad Militar de Emergencias (UME), tras el decreto de situación operativa uno en Galicia por parte del Ministerio del Interior, ha desplegado tres centenares de militares en el territorio y continuará esta madrugada hasta el medio millar. En este contexto, continúan activos diecisiete incendios forestales en la comunidad, en las cuatro provincias, mientras que hay otros tres estabilizados y diez más controlados tras la extinción de otros cuatro. Entre los incendios activos hay nueve que tienen decretada la situación dos, de riesgo real para los núcleos poblados, lo que aumenta el peligro en estas áreas.

 

El único fuego activo en la provincia de A Coruña -donde entran cenizas por las ventanas de las viviendas situadas en la capital de la provincia- está en Boiro, en la parroquia de Cures, donde la situación dos se desactivó a primera hora de hoy. Lugo tiene en alerta por riesgo para la población los fuegos de Noceda y Donís, en Cervantes, en plena reserva de la biosfera de Os Ancares, donde los vecinos temen perder sus viviendas y dicen estar "rodeados" por las llamas mientras denuncian que faltan medios. También están activos los incendios de Samos, parroquia de Renche; Friol, en Xía; Triacastela, parroquia homónima; y Antas de Ulla, en Areas.

 

En Ourense viven la situación dos un incendio en San Cristovo de Cea, en Oseira, por proximidad a Pieles; otro en Baños de Molgas, en Betán, por cercanía a Nevoeiro; un tercero en Chandrexa de Queixa, en Chaveán, por proximidad a Vilamaior, en el municipio vecino de Castro Caldelas; y el cuarto en Paderne de Allariz, en la parroquia de Cantoña. Arden también Vilar de Barrio, donde el fuego ha empezado en Rebordechau y se ha extendido al término municipal de Montederramo; y Piñor, en Coiras.

 

En Pontevedra hay cinco incendios en situación dos, con el de Ponteareas, que empezó en Padróns, como más importante tras extenderse a los municipios de Redondela, Soutomaior y Pazos de Borbén -donde está el riesgo en Nespereira-, con 1.500 hectáreas de superficie. Los fuegos de Salvaterra de Miño, en Pesqueiras, cercano a Castelo; Gondomar, en Morgadáns, próximo a este mismo núcleo; As Neves, parroquia homónima, junto a Paredes; y Baiona, en Baíñas, cercano a esta población; también están en situación de riesgo real para la población.

 

Permanecen estabilizados los incendios de Paradela (Lugo), parroquia homónima; y Vilariño de Conso (Ourense), en la parroquia de Chaguazoso. Están controlados los fuegos de O Saviñao (Lugo), en Ribas de Miño; Chantada, en Esmeriz; Vilardevós (Ourense), Vilariño de Conso, en Sabuguido y Castiñeira; Vilamarín, parroquia homónima; Chandrexa de Queixa, en Queixa; Lobios, con dos en Río Caldo; y Paderne (A Coruña), en Cantoña.

 

Han quedado extinguidas las llamas en San Cristovo de Cea (Ourense), en Covas; Vilariño de Conso, en San Cristovo; Cualedro (Lugo), en Montes; y Folgoso de Courel, en Meiraos. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha explicado que la comunidad autónoma gallega se encuentra en una "situación compleja" porque coincide una "actividad incendiaria homicida", una "sequía persistente" y un descontrol en incendios en el norte de Portugal que, por primera vez, "saltan el Miño". La conselleira del Medio Rural, Ángeles Vázquez, considera que los incendios han sido provocados y los grupos de la oposición han acusado a la Xunta de falta de prevención.

Treinta incendios queman Galicia con riesgo para la población en once puntos