La primera teniente de alcalde de Lugo durante el primer mandato del regidor José López Orozco, la nacionalista Branca Rodríguez Pazos, ha sido una de las personas afectadas por el desalojo de un avión en Fuerteventura como consecuencia de una falsa amenaza de bomba realizada por un niño de once años. En declaraciones a EFE, Rodríguez Pazos ha indicado que fue "una broma muy pesada", porque su vuelo, en el que viajaban 180 pasajeros, tenía previsto despegar de la isla "a las 20:20 horas", para llegar a Santiago de Compostela a las 23:30 horas, pero finalmente el avión no aterrizó en la capital gallega hasta "las cuatro de la madrugada".
Rodríguez Pazos explicó que ya estaban a bordo y el aparato en movimiento cuando avisaron al pasaje de que había que desalojar el vuelo, al encontrar una pasajera en la bandeja de su asiento una nota en la que se avisaba de que había una bomba en el avión y de que podía estallar. Según la exconcejala del BNG, se informó al pasaje de que se iba a activar el "protocolo" habitual en estos casos y "la gente reaccionó muy bien". Pasadas "unas dos horas", los pasajeros fueron informados de que había sido una falsa alarma, "una broma de una niño de once años".
"Fue una broma muy pesada", dijo Rodríguez Pazos, porque "el susto" que provocó entre los pasajeros, pero también por el retraso en la llegada del vuelo, dado que a bordo "iba gente mayor, iban niños y a muchos los estaban esperando sus familias para recogerlos en el aeropuerto de Santiago". Además, recordó que "el susto hubiese sido mucho mayor si la nota se hubiese descubierto el pleno vuelo", lo que hubiese obligado al piloto "a aterrizar en el aeropuerto más cercano". "Al final todo se quedó en un susto. La gente se lo tomó con bastante tranquilidad. Es una anécdota más del viaje, pero el niño se merece un buen castigo", concluyó Rodríguez Pazos.
