viernes. 19.04.2024

El troncomóvil "Cachys Boys", pilotado por Fran Piñeiro con Juanjo Pazos de copiloto, revalidó el título en el Gran Premio de Carrilanas Esteiro-Marqués de Vizhoja, que se celebró esta tarde noche en el núcleo coruñés de Esteiro y al que asistieron cerca de 20.000 personas. Fran Piñeiro cumplió los pronósticos que lo daban como máximo favorito y se impuso a Manuel Luces (Pub D'Tabota), que repitió el segundo puesto del año pasado, y a Vidal Fernández (Bar Paluca).

 

Fue su segunda victoria en otras tantas participaciones. El tiempo dio este domingo un respiro y la jornada fue un éxito. Los tres kilómetros en pendiente que tiene el circuito de O Maio, por donde descienden los vehículos, estaban abarrotados de aficionados. Esta prueba, declarada de interés turístico gallego, arrancó con la sesión de clasificación, en la que Fran Piñeiro logró la "pole position", que luego sería decisiva en su triunfo final, como él mismo reconoció. "Fue una carrera muy rápida a pesar de que el asfalto estaba muy sucio. Salir de primero creo que fue decisivo para que ganara.

 

Esta victoria fue menos complicada que la del año pasado, en la que tuve que remontar varias posiciones", explicó el ganador del Gran Prix de velocidad. Se disputaron tres categorías: infantil, exhibición de carrilanas y el Gran Prix de velocidad, en el que competían los vehículos más rápidos. Fue ésta última la que causó mayor expectación entre el público, sobre todo porque el pique entre los participantes era enorme. Han participado en esta vigésimo séptima edición un total de 81 carrilanas, unos peculiares vehículos consistentes en plataformas de madera montadas sobre cajas de bolas a modo de ruedas.

 

Del total de vehículos participantes este año, 20 tomaron parte en la prueba de carrilanas rápidas, 45 en la carrera lenta y el resto en el descenso protagonizado por los niños, quizás los que más disfrutaron de esta jornada festiva, la cual fue amenizada por una charanga entre prueba y prueba. El XXVII Gran Premio Carrilanas de Esteiro ha hecho honor a una tradición en la que se pone a prueba el ingenio y la ironía popular de la tierra gallega, todo para participar con un vehículo sin motor en un desfile lento que va seguido de otro a mayor velocidad.

 

Fran Piñeiro revalida el título en el Gran Prix de velocidad de carrilanas