jueves. 28.03.2024

La villa orensana de Ribadavia ha retrocedido varios siglos en el tiempo y ha sacado hoy atuendos para acudir a torneos medievales, una boda de rito sefardí o cetrería o gastronomía judía, rememorando la época en que los esa comunidad se asentó por primera vez en esta zona en el siglo XI. Coincidiendo con el buen tiempo reinante en esta jornada, más de 50.000 personas se han acercado a esta localidad orensana para disfrutar de esta fiesta, declarada de interés turístico nacional, y un referente en ese ámbito en la Comunidad gallega.

 

Nobles, trovadores o el pueblo llano conviven durante toda la jornada en Ribadavia, cumpliendo los preceptivos cánones que marcaban los estamentos de la época, una fiel recreación de la presencia judía, hasta su expulsión en 1492 y la posterior persecución por la Inquisición. Reza la leyenda que "hace muchos años, un vecino denunció a los judíos que vivían en Ribadavia" y desde entonces, esta localidad recuerda todavía, cuando se cumplen veintisiete ediciones ese episodio con una fiesta que atrae cada año más visitantes.

 

Como principales actividades, la recreación de una boda judía por el rito sefardí, en la que los novios firman el contrato de los esponsales coincidiendo con la entrada en el último mes del calendario lunar hebreo y que da paso a la lectura de la ketubá, el documento matrimonial donde constan las obligaciones de la esposa y la indemnización que deberá pagar el marido a la mujer en el caso de que quiera divorciarse de ella.

 

Torneos medievales, la comida medieval -en sustitución de la tradicional cena-, o juegos como un ajedrez viviente completan el intenso programa. "La Festa da Istoria es todo un referente a nivel nacional y es la fiesta de las fiestas de Galicia", en especial en época estival, ha apuntado a Efe el alcalde de la localidad, Ignacio Gómez, tras su participación en el desfile medieval. En su opinión, esta fiesta representa un "logro colectivo" ya que todas las personas que acuden por primera vez coinciden en que "superar sus expectativas".

 

Con meses de antelación, los colaboradores que participan en este evento empiezan con los preparativos para acoger en esta villa medieval a los visitantes y trasladarlos en su imaginación hasta varios siglos atrás. Una de las particularidades de esta fiesta es que los asistentes están obligados a ir vestidos con traje medieval para poder acceder a algunos de los eventos que se celebran en lugares cerrados. Las opciones pasan por los trajes representativos de los estamentos sociales como nobleza, soldados, clérigos o campesinos, además de los diferentes gremios de oficios artesanos, indica la vicepresidenta de la organización coordinadora de la fiesta, Yolanda Gómez.

 

Como moneda oficial de pago, los visitantes deben trocar sus euros por imitaciones del maravedí, que regía siglos atrás y que se puede procurar en el banco de la Alhóndiga y las seis sucursales instaladas en la villa. Los preparativos para la recuperación de las tradiciones de la antigua comunidad judía asentada comienza en algunos casos "desde el primer mes del año, para lograr que este día se escuche en toda Galicia", según Gómez

 

Ante la afluencia de visitantes, también hay un amplio dispositivo con efectivos de Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil y otros servicios de Emergencias, y entre las medidas de precaución este año figuran el cierre de áreas comerciales hasta altas horas de la noche, para evitar incidentes.

Ribadavia retrocede al Medievo con trajes de época y moneda maravedí