Con el sonido de las tijeras de fondo, las pulpeiras y pulpeiros de la parroquia de Arcos, en la localidad orensana de O Carballiño han batido su propio récord de preparación de la tapa de cefalópodo más grande del mundo, una hazaña realizada en un tiempo récord de diez minutos y 08 segundos, tras conseguir cortar 450 kilogramos de cefalópodo en un enorme plato de madera de pino con un diámetro de 5,36 metros.
Pese a que no consiguieron detener el reloj en diez minutos, una treintena de pulpeiros ha logrado trocear y aderezar el pulpo por todo el plato superando el récord del año pasado año, en medio de una enorme expectación por parte de decenas de personas que se congregaron frente al ayuntamiento orensano. Sin rivalidad en el corte del pulpo, la presidenta de la Asociación de Pulpeiros, María Isaura García, ha asegurado que el objetivo en esta edición es que todos los asistentes disfruten de este antiguo oficio.
"El objetivo es hacer algo extraordinario que sólo hacemos nosotros en el menor espacio de tiempo posible", ha apuntado García, quien ha manifestado que ya no tienen esa presión de tener que luchar contra cronómetro "puesto que no tenemos a quien nos bata el récord". Como recompensa, los asistentes podrán disfrutar de una degustación del pulpo, un trozo de tarta y bebida "a un módico precio de cinco euros".
A escasos días de que la villa orensana celebre la Festa do Pulpo, el alcalde de la localidad, Francisco Fumega, ha explicado que este acto supone una "promoción importante para O Carballiño, para la Festa do Pulpo y, fundamentalmente, un reconocimiento a ese oficio que tienen las pulpeiras que llevan más de cuatro siglos dedicadas a este oficio".
Según ha asegurado, se trata de un récord que "no ostenta ninguna otra localidad ni de España ni en el mundo", todo ello, gracias a un "producto estrella como el pulpo", que si bien ha apuntado que se puede comer "en cualquier parte del mundo, no se puede comer pulpo como el que hacen estas familias generación tras generación".
Y es que uno de los secretos mejor guardados por estas pulpeiras que ostentan alrededor de treinta y cuarenta familias, según García, cuando está a punto de cumplir los 40 años cortando pulpo, reside en "mucha práctica". A partir de aquí, los elementos fundamentales son contar con "un buen producto", aderezarlo bien, con sal, pimentón dulce y picante (según los gustos) y "aceite de oliva virgen extra".
Una de las singularidades en la confección de este plato reside en el tamaño del mismo, -5,35 metros de diámetro-, marca que todavía no ha superado otra localidad, elaborado artesanalmente, con la misión de cubrirlo con tajadas de pulpo en menos tiempo que el año anterior, que fue de 10,58 minutos.
