redacción.- La protesta protagonizada por más de 1.500 marineros del cerco esta mañana en Santiago ante el injusto reparto de cuotas de jurel y caballa se ha ido recrudeciendo hasta desembocar en una carga policial y en varias detenciones.
Los manifestantes, entre los que había familias enteras y niños, han partido a las once de la Plaza del Obradoiro y se han dirigido en primer lugar a la Xunta y después al Parlamento, lugar en el que se han vivido las escenas de mayor tensión y que han obligado a intervenir a los bomberos a causa de los contenedores calcinados.
Uno de los portavoces, José Blanco, ha resumido a su llegada al exterior de la sede legislativa, donde hoy se celebra un pleno ordinario, el sentir general: "¡Esta gente tiene hambre! Si quieren estaremos encerrados hasta que se arregle el problema.
Que no les manden echarnos para fuera. Nosotros no somos vándalos. Somos trabajadores que pagamos impuestos". Sonoras pitadas y empujones han proseguido a esta declaración, en un ambiente de elevado nerviosismo que ha llevado a algunos políticos a hacer varios intentos para atemperar los ánimos.
