martes. 19.03.2024

Ramona Rodríguez, la viuda de uno de los ocho tripulantes del pesquero "Santa Ana" hundido en marzo de 2014 frente a la costa asturiana, ha exigido hoy, en declaraciones a Efe, "justicia y verdad" tras denunciar al armador por supuesta falsedad documental. El "Santa Ana" naufragó el 10 de marzo de 2014 y en la tragedia perdieron la vida ocho tripulantes, entre ellos cuatro españoles, tres de ellos gallegos, además de dos portugueses y dos indonesios, y tan solo se salvó el segundo patrón del barco, Manuel Simal Sande, de Muros, quien relató posteriormente que estaba durmiendo cuando se produjo el accidente.

 

El pesquero, de bandera portuguesa con 34 metros de eslora y un peso aproximado de unas doscientas toneladas, se hundió frente a las costas de Avilés y desde entonces los familiares de las víctimas han intentado dirimir responsabilidades en los juzgados de esa localidad asturiana, donde hay investigaciones judiciales abiertas. Hoy Ramona Fernández junto a su abogado, Estanislao de Kostka Fernández del despacho KNM, ha presentado una denuncia contra el armador por falsedad en documento público y oficial, al considerar que el barco salió en su día sin cumplir todos los requisitos de tripulación para estar en el mar.

 

"Lo que pido es justicia y verdad, que hagan justicia y que todos los que saben algo que lo digan, que muchos callan", resume la denunciante. Considera que el arranque del caso no fue adecuado porque hay "más de cuarenta llamadas" entre el único superviviente y el armador, José Balayo -padre del José Balayo que aparece en los papeles como armador-, por lo que cree que sus declaraciones posteriores en la vía judicial pudieron verse alteradas. El principal motivo por el que cree que aquel barco nunca debería haber salido está vinculado a las titulaciones: "En España uno sin título ejerce de lo que no es y algunos que lo tienen, no ejercen", ha resumido.

 

La denuncia presentada por KNM detalla que era el único superviviente el que supuestamente ejercía de responsable, si bien figuraba como segundo patrón y sostiene que presuntamente no tenía la titulación para ninguno de los dos puestos. "Si eres capitán, es para lo bueno y para lo malo", continúa Ramona Fernández, que recuerda que "el sueño" de la vida de su marido "era ejercer de patrón, pero ahora es tarde", pues tenía la titulación para hacerlo y no fue designado para tal fin.

 

Como ve "muchas incógnitas y muchas mentiras" pide a los jueces que "ayuden a esclarecer el caso" porque el barco no tenía que haber ido contra las piedras ni tampoco era necesario abandonar a las víctimas. "A mi marido lo dejaron en la mar viéndolo, lo sé por las declaraciones de los que salvaron al superviviente. Además, cuando llegamos a Avilés ya estaba atracado otro barco del mismo armador", ha añadido.

 

Considera que vive "una agonía constante" debido a que tras "tres años, ocho meses y diez días", está peor que al principio, con muchas dudas y sin saber dónde está la embarcación. Su abogado, Kotska Fernández, ha afirmado que existe una importante "mafia" en el mundo vinculado a los barcos pesqueros y sospecha de las causas que llevaron a este hundimiento cuando dos embarcaciones del mismo armador iban en paralelo hasta que una de pronto giró noventa grados y acabó hundida. Cree, además, que ese barco no habría salido en Galicia, donde "son más estrictos" con la documentación de los buques, pero argumenta que escogió puertos donde evitaría esta situación.

La viuda de un marinero fallecido en el hundimiento del Santa Ana se querella contra el...