viernes. 19.04.2024

La titular del Juzgado de Instrucción número uno de Lugo, Pilar de Lara, ha roto este miércoles su silencio y una vez ha trascendido la sanción del Consejo General del Poder Judicial contra ella por dilaciones indebidas ha dicho que pocos compañeros han aguantado las "presiones" que ella sí ha "tenido que soportar".

 

La magistrada ha indicado a los medios de comunicación que aguarda que el recurso presentado sirva para matizar tal penalización, que en los términos actuales implicaría una pérdida de destino, dado que si lo que se pretende "es priorizar o agilizar las causas, con una sanción de ese tipo, se puede conseguir el efecto contrario". Ha reconocido que aún no puede "realizar valoraciones sobre algo cuyo contenido exacto" desconoce, porque la sanción todavía no le ha sido notificada, pero confía en que sus argumentos sean escuchados porque "muy pocos compañeros" han tenido que soportar "las presiones de todo tipo" a las que se ha visto sometida durante "bastantes años".

 

La jueza ha hecho estas declaraciones a preguntas de los periodistas después de un juicio que se celebró hoy en Lugo por las amenazas que profirieron contra ella un empresario lucense y su madre. "Es la primera vez que me veo en un asunto de este tipo, entonces no sé si es normal que primero te llamen por teléfono. Yo recibí una llamada de teléfono y, creo que fue simultáneo, cuando se publicó en los medios de comunicación.

 

Lo que no sé es si es normal que se tarde tanto en notificar, no tengo ni idea", ha apuntado la magistrada acerca del tal resolución. Y, en relación con el contenido de la sanción, esos siete meses y un día de suspensión, ha admitido que sí se sintió sorprendida, porque la ve "un poco desproporcionada", aunque también ha terciado que seguramente "estará fundamentada y, en virtud de esa fundamentación, podremos hablar con más criterio". "Sí, me sorprendió. Me sorprendió sobre todo, como ya explicó mi abogado también, porque el fiscal pide tres meses y la sanción es de siete meses y un día", ha agregado, que "casi suena a un término carcelario, siete meses y un día".

 

"No sé si es habitual, pero vamos, a mí sí me sorprendió", ha insistido la magistrada, a la que además le "sorprendió la rapidez", porque "hacía muy poquito tiempo" que su defensa había presentado las alegaciones y es "un expediente bastante complejo". De hecho, ha observado que "no es lo mismo que si a un juez le quedan doscientas o trescientas sentencias pendientes", lo cual puede responder "a unos criterios más objetivos que este tipo de cuestiones que se están planteando". Porque hablamos, ha detallado, de si determinados asuntos "son competencia del juez o no son competencias del juez o si hay retrasos, si pueden ser justificados o no justificados, o si efectivamente se pusieron todos los medios a disposición del Juzgado".

 

"Lo que sí puedo decir es que en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia tenían no uno, ni dos, ni tres, sino varios escritos dando cuenta de la situación de absoluta desesperación en la que nos encontrábamos todos, secretario, juez y personal del juzgado, porque entendíamos que no se estaban poniendo los medios materiales suficientes", ha añadido. En la misma línea, la jueza ha hecho hincapié en que "el escáner" que se había reclamado por parte de su juzgado con "bastante intensidad", no llegó hasta diciembre del año pasado, de modo que hasta ese momento el Juzgado de Instrucción Número 1 contaba con "los mismos medios que los otros dos", que "no tienen tantas macrocausas ni necesitan digitalizar y escanear".

 

En cuanto a los medios personales, "solo pusieron un funcionario de refuerzo de los cuatro que solicitaba el servicio de inspección" y hubo "problemas", por bajas de trabajadores que "no se cubrieron o se cubrieron tarde". "Una funcionaria estuvo de baja año y medio y su baja no se cubrió, y otro funcionario, en comisión de servicios, también tardó seis u ocho meses en cubrirse", ha aclarado De Lara, quien ha suscrito que luego se cubrieron "con personal que tenía mucha voluntad para trabajar", aunque no tenían "ni la cualificación ni la experiencia profesional que es necesaria para este tipo de asuntos".

 

Por ello, ha asegurado que "llegó un momento" en que esa situación "sobrepasó" la capacidad del propio juzgado. Según Pilar de Lara, en el TSXG constan escritos dando cuenta de esa circunstancia, así como "de la situación de desasosiego" que ella mismo vino "sufriendo, no a lo largo de un mes, sino de bastantes años". "He tenido que llevar guardaespaldas, yo y mi hija, durante dos años. He sufrido presiones de todo tipo, a través de denuncias, quejas, insultos en un foro de guardias civiles y ataques por parte de algún investigado", ha explicado.

 

Al final, ha reconocido la magistrada, esas situaciones "en algo sí que te afectan, porque no somos ningún Superman". "Soy una persona corriente y creo que pocos compañeros han sufrido, creo yo, la situación que he venido arrastrando. Y en el Tribunal Superior de Xustiza lo conocen", ha insistido. En ese sentido, ha recordado que ella misma dio "cuenta de lo que estaba sucediendo, no solo de la falta de medios". "A mi marido le han puesto pintadas. Yo por qué tengo que sufrir que a mi marido le pongan: Roberto, marido de la jueza, paga las putas. Roberto putero. De Lara busca trabajo para su marido", ha enumerado, "yo no lo tengo que soportar como juez y lo he tenido que soportar".

 

"Ni como mujer tengo que soportar", ha proseguido De Lara, "que vinculen mis decisiones jurisdiccionales con la ideología que pueda tener mi marido. Ojo, es que a él le gusta el pescado y a mi me gusta la carne. Eso me parece completamente absurdo, pero ese tipo de comentarios se han venido realizando". La magistrada ha expresado nuevamente su "confianza" en que el Pleno del Consejo General del Poder Judicial revoque su sanción. "Lo único que les pido es que lean y que contrasten la documentación, muy extensa, porque es un expediente muy complejo, muy voluminoso y muy amplio, que puede ser susceptible de interpretaciones", ha reclamado.

 

En ese sentido, ha pedido que los responsables de analizar su caso "lean con detenimiento, contrasten si lo que se está alegando, todo o en parte, es verdad" o "si hubo errores por parte del servicio de inspección", porque desde el año "2105, cuando se alegó que había un expediente de seguimiento abierto", no fue "notificado hasta el 2017". "Tengo confianza en que cuando se ha decidido así es porque se ha motivado y se ha considerado que es así. Cosa distinta es mi discrepancia", ha matizado.

 

"Estoy segura de que la comisión disciplinaria ha resuelto en conciencia y lo va a motivar", ha remarcado De Lara, quien también dejó claro que ni puede "afirmar" ni quiere "pensar" que esta sanción busca apartarla del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo. "Estaríamos hablando de que pudieran existir otro tipo de factores y yo en absoluto creo eso. Creo que la Comisión Disciplinaria ha obrado de acuerdo con su conciencia y jurídicamente, de eso no me cabe la mas mínima duda. Lo que pasa es que como es un expediente muy complejo y susceptible de interpretaciones, hay discrepancias", ha insistido.

 

Además, ha afirmado que no cree que "ese sea el objetivo último", porque si bien el presidente del TSXG, Miguel Ángel Cadenas, dijo que "nadie es imprescindible", sí que es "cierto", y "eso lo comprende cualquiera", que "si ahora viniese un juez nuevo" y tuviese que hacerse cargo de sus causas "le iba a llevar bastante tiempo". Un "tiempo extraordinario", ha enfatizado, y aunque realmente podría hacerlo se iban a "resentir" las causas. "Si lo que se pretende es priorizar o agilizar las causas, con una sanción de este tipo, si que se puede conseguir el efecto contrario. Que eso sea lo buscado, no lo creo", ha concluido.

De Lara: "Pocos compañeros han aguantado presiones que he tenido que soportar"