El candidato a la Diputación de Ourense por el PP, Manuel Baltar, ha retenido, tal y como estaba previsto, el gobierno provincial, tras contar con el apoyo de los dos diputados de la formación independiente, que finalmente han votado a favor de su candidatura dando validez al acuerdo suscrito hace semanas y que dio a esta formación independiente la Alcaldía.
El político orensano repite al frente de la institución provincial, al recabar los votos necesarios para mantener la Diputación, en concreto, los de su partido y DO, después de que el PP se quedase en las pasadas elecciones a un escaño de alcanzar la mayoría absoluta en la provincia. La diputada de Ciudadanos Montse Lama se votó a sí misma y, a su vez, el candidato socialista, Rafael Rodríguez Villarino, recabó diez apoyos (nueve del PSOE y uno del diputado del BNG).
La sesión constitutiva transcurrió con total normalidad, con la salvedad de que tuvieron que asistir a uno de los maceros después de que éste sufriese un pequeño mareo cuando estaba Baltar leyendo el discurso de investidura. En primera fila se pudo ver al expresidente de la diputación, José Luis Baltar; al actual alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, y a numerosos medios de comunicación.
No asistieron el exregidor popular Jesús Vázquez ni miembros del partido local. Las anécdotas se ciñeron al capítulo de promesas y juramentos de acatamiento a la Constitución, ya que los diputados del PSOE prometieron acatarla por "regeneración de la vida política, la distribución democrática de fondos públicos a los ayuntamientos y respeto a igualdad y justicia social". Baltar juró guardar la Constitución y "el Estatuto de Galicia".
Por su parte, el nacionalista Bernardo Varela juró "lealtad" al Rey y "a los vecinos" de Ourense. A preguntas formuladas por los periodistas al finalizar el pleno, el presidente del PP de Ourense, Manuel Baltar, defendió este acuerdo suscrito con Democracia Ourensana que le permite liderar por tercera vez consecutiva la Diputación gracias "a la confianza mayoritaria de la corporación" y que ha suscitado las críticas de los partidos de la oposición, principalmente del PSdeG, pero también de BNG y Ciudadanos.
Preguntado a este respecto, Baltar ha defendido que es el único candidato, de todas las fuerzas políticas que se presentaban, que contaba "con un programa de gobierno, el plan 72-73 que recoge 124 medidas que cuentan con hora, mes y día de implementación" y ha restado importancia a que no recibiese el aplauso de los diputados de DO al entender que es una mera cuestión "formal" y ha destacado que recibió "dos abrazos muy sentidos" de los dos diputados de esta formación, Armando Ojea y Miguel Caride. "Somos un gobierno único y no el bipartito de la Xunta donde están compitiendo unos con otros sino un gobierno, con un programa, un objetivo y un reto que se llama Ourense", ha enfatizado Baltar.
Preguntado por las críticas vertidas por el resto de formaciones que hablan de un "pacto de la vergüenza", ha advertido que "vergüenza" es que dichas formaciones "teniendo todo a favor hayan sido incapaces de contribuir a buscar un futuro mejor para Ourense" y también "pactar con gente que veta después de un resultado electoral tan contundente", en alusión indirecta al veto formulado por Ciudadanos de apoyarles solo a cambio de su salida. En su primer discurso oficial como presidente del gobierno provincial, Baltar ha apelado a dos palabras claves que son "humildad" y "reilusionar" y que formarán parte de este nuevo mandato que aborda con "pasión por Ourense" y con "la responsabilidad" de presidir nuevamente esta institución, "merced al apoyo de los 12 diputados del PP y dos de DO", a quienes ha agradecido su respaldo.
Durante el discurso, ha prometido ser "el presidente de todos" siguiendo la "hoja de ruta" marcada en el anterior mandato. En un balance a la gestión, ha destacado tres hitos conseguidos que le permitieron lograr "deuda cero, liderazgo nacional en transparencia y presencia en foros internacionales". Preguntado por el acuerdo suscrito, Baltar padre -el expresidente José Luis Baltar- se ha limitado decir que "los protagonistas son otros", eludiendo hacer declaraciones, ha descartado la dificultad de llegar a acuerdos y ha apuntado que estas cosas "se arreglan solas". La familia Baltar lleva 32 años al frente de la Diputación, primero con José Luis Baltar y ahora con su hijo Manuel.
