jueves. 28.03.2024

Dos protestas minoritarias a la puertas de los juzgados de Santiago han creado momentos de tensión al ser increpados los siete ediles del ayuntamiento compostelano que hoy se sientan en el banquillo acusados de prevaricación, al ser llamados corruptos. Siete ediles del equipo de gobierno de la Corporación compostelana serán juzgados hoy acusados de prevaricación tras haber autorizado en mayo de 2013 en comisión de gobierno que se pagase con fondos públicos la defensa de un compañero de corporación imputado en la Operación Pokemon. A las puertas de los juzgados se concentraron una treintena de personas en dos protestas diferentes.

 

De un lado, tras una pancarta del BNG figuraba un grupo de manifestantes, entre ellos la diputada autonómica Ana Pontón. Frente a ellos, otro reducido grupo de miembros de la denominada Candidatura do Pobo también gritaron "fuera corruptos de nuestro ayuntamiento". A la llegada a los juzgados de cada uno de los concejales procesados varios miembros de estos colectivos los llamaron corruptos, al igual que al alcalde de la ciudad, Angel Currás, que no está incurso en este procedimiento ya que no acudió a la reunión en la que se autorizó el pago de la defensa del edil Adrián Varela.

 

Los concejales imputados que adoptaron este acuerdo, que al final no se materializó puesto que Adrián Varela renunció a costear su defensa con cargo al erario público, son Amelia González, Juan de la Fuente, Cecilia Sierra, María Pardo, María Castelao, Francisco Noya y Luis García Bello. La vista oral se celebra ante el Juzgado de lo Penal número 1 de Santiago, aunque se habilitado otra sala, la de bodas, dada la afluencia de medios de comunicación que han solicitado seguirla. Para el juicio, que comenzó a las 10:45 horas, están llamados a declarar como testigos una persona por el fiscal y seis por la defensa de los procesados. No obstante, la defensa planteó la demora por la ausencia de uno de los testigos propuestos, pero el juez lo desestimó al precisar que si la defensa lo considera crucial puede ser citado en otro momento.

 

El primero en llegar a las dependencias judiciales fue el concejal Juan de la Fuente, edil de obras, que fue tildado de delincuente. En unas breves declaraciones a la prensa, y en medio de un gran barullo de medios y manifestantes, dijo acudir al juicio "muy tranquilo" y confiando "totalmente" en la Justicia. También se produjeron momentos de tensión a la entrada de Luis García Bello, que llegó acompañado de un grupo de amigos y familiares, que fueron increpados y llamados "chupones" o "ladrones".

 

Ante gritos de "dimisión" fueron entrando el resto de ediles, incluido el propio alcalde, Angel Currás, acompañado de la primera teniente de alcalde, Reyes Leis, que ya había anunciado su intención de acudir al juicio en solidaridad con sus compañeros, en cuya inocencia dijo creer. Mientras, las últimas en llegar fueron la edil de Hacienda, Cecilia Sierra y la portavoz municipal, María Pardo, que al ser preguntada si estaba tranquila, dijo: "tranquila no, cabreada", e indicó también que cree en la Justicia.

 

Ante las puertas de los juzgados, la diputada autonómica del BNG Ana Pontón destacó que su formación vuelve a estar ante los juzgados exigiendo "limpieza, higiene en la política" y denunciando la situación "totalmente vergonzosa e indecente en la que no solo tiene responsabilidades el PP de Santiago sino que, en última instancia, el máximo responsable" es el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo.

 

Pontón aseguró que el presidente gallego "dijo en sede parlamentaria que si estos imputados llegaban a ser procesados, dimitirían, pero sabemos cuánto vale la palabra del señor Núñez Feijóo, que es incapaz de dar un solo paso que restablezca no solo el nombre de la ciudad, sino la mínima ética que debe presidir la actividad política". La diputada nacionalista pidió de nuevo la dimisión de todos los ediles encausados.

Los concejales de Santiago, recibidos en juzgados con gritos de "corruptos"