jueves. 28.03.2024

Martiño Noriega, alcalde de Santiago por Compostela Aberta hasta que Xosé Sánchez Bugallo (PSdeG) venció en las últimas municipales, ha confesado este lunes que su impresión, tras volver a la medicina el pasado marzo, cuando se desencadenó la pandemia, es que eso de que "vamos a salir mejores como sociedad de esto" es un "espejismo". Nueve meses después de su reincorporación al oficio para el que se preparó, escribe en su perfil oficial de Facebook que "camino de una tercera ola y con el comienzo de un nuevo año" ve a la gente "claudicando de diferentes maneras".

 

"Gente que por miedo al contagio retrasa o le retrasan el control de patologías severas, tanto crónicas como agudas, con irreparables consecuencias", cuenta. Pero también "muchos casos de claudicación anímica en trabajadores de servicios básicos y del sector público, en la enseñanza y en la sanidad, que están desarrollando su trabajo en unas condiciones de tensión".

 

Está al tanto además de lo devastadora que está resultando la crisis sanitaria para la economía, pero en términos genéricos eso no es para él lo peor; sí, en cambio, los ejemplos que detalla. "Tengo pacientes que han sido invitadas a abandonar sus hogares de alquiler después de contagiarse.

 

Me preocupa la vulneración de los derechos laborales de muchas de las trabajadoras que pasan por mi consulta. Gente que es despedida cuando se encuentra de baja laboral totalmente justificada..." "Trabajo en una villa de mar y puede ser por eso que la mayoría de estos casos se dan en el sector conservero y en menor medida en el ámbito de los cuidados, concretamente en hogares de particulares", suscribe.

 

Lamenta igualmente que se juegue con el "silencio" de la persona despedida que espera volver a ser contratada en otro momento y con fórmulas "muy cuestionables" como la de interpretar la finalización de un contrato de obra y servicio cuando el empleado está infectado.

 

Hace especial mención a los contratados vía empresa de trabajo temporal (ETT) pues "la parte más baja de la parte baja" es la más damnificada. Todo esto sucede, apostilla, mientras los gobernantes están "preocupados en conciliar economía y salud empleando para ello la comunicación política y el amparo mediático". "En Galicia lo sabemos bien", deja caer, y concluye, lacónico, que "a lo mejor la fórmula para resistir lo que queda de pandemia es continuar el camino sin pensar si tendremos fuerzas para regresar".

El exalcalde que volvió a la medicina: "Eso de saldremos mejores es un espejismo"