viernes. 19.04.2024

El supuesto cabecilla de un grupo de cinco presuntos narcotraficantes ha afirmado hoy en el juicio que vendía cocaína porque es adicto a esta sustancia y a la heroína y que por ello necesitaba dinero para su consumo, así que optó por esta actividad, de la que ha desvinculado a los otros procesados.

 

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña acoge una vista contra cinco acusados de haber cometido un delito contra la salud pública, al traficar supuestamente con drogas, y otro de integración en grupo criminal para cometer delito grave. El Ministerio Fiscal pide que cada uno sea condenado a nueve años y diez meses de prisión y a una multa de más de un millón de euros, a lo que añade otros dos años de cárcel para el supuesto cabecilla por tenencia ilícita de armas.

 

El abogado Víctor Bouzas, que representa al principal acusado, a su madre y a su pareja, ha explicado antes del juicio que considera que existe una vulneración de derechos fundamentales en la intervención de llamadas telefónicas y en la entrada y registro de domicilios, aunque el tribunal lo ha desestimado. La primera declaración ha sido la del supuesto cabecilla, que ha reconocido su adicción a la heroína y a la cocaína y la venta de esta última para poder comprar más cantidad para su consumo, principalmente en el barrio coruñés de Monte Alto.

 

Preguntado por los 268.000 euros hallados en casa de su madre, situada en el barrio de Os Mallos, ha afirmado que corresponden a la herencia de una tía suya que "desconfiaba de los bancos" y almacenaba en casa grandes cantidades de dinero, que después pasó al resto de la familia. Ha reconocido, asimismo, que el kilo de droga localizado en casa de su madre era suyo y ha añadido que poseía dos pistolas, aunque no sabe "ni por qué" las compró en su día, según ha confesado en una intervención en la que ha destacado su colaboración con la Policía. La madre de este procesado ha afirmado que se entera "ahora" de todo lo que sucedía con su hijo y en su casa, pues desconocía la presencia de drogas o armas en su domicilio.

 

Ha declarado que no hizo "mal a nadie" y que hoy es "la primera vez" que ve a dos de los acusados, mientras apuntaba a la procedencia lícita de los 268.000 euros que poseía, que venía de varias herencias recibidas en pesetas en efectivo que se cambiaron a euros "poco a poco en el Banco de España". La siguiente en declarar ha sido la pareja del supuesto cabecilla, que ha negado cualquier vinculación con la actividad de tráfico de drogas, pues si lo llega "a saber, no hubiera seguido con él". "No quería que él tuviera ningún tipo de relación con nada de ese mundo", ha enfatizado ante la fiscal, a la que ha asegurado que ella había sido consumidora y conoce la parte más negativa del mundo de las drogas.

 

El cuarto acusado es un taxista que "no vendía", pero sí es "consumidor" de cocaína que le compraba "esporádicamente" al primer procesado, aunque en otras ocasiones lo hacía con otros vendedores. Ha rechazado las acusaciones de haber vendido sustancias estupefacientes a terceras personas y tampoco conocía a las dos mujeres que se han sentado hoy en el banquillo. Es también taxista el quinto acusado, que compraba drogas al principal acusado para consumo propio y "nunca" vendió a terceras personas, ha sostenido. Descarta haber "entregado nada a nadie nunca" y afirma que nunca vio a la madre del principal acusado, que la novia de este no pasaba nada y que al otro taxista lo conoce por su profesión, pero no por nada vinculado al narcotráfico.

Un supuesto cabecilla de narcos declara que vendía droga por su adicción