sábado. 20.04.2024

Un centenar de profesionales sanitarios, entre médicos, enfermeras y personal administrativo, se han concentrado este viernes delante de la puerta principal de la residencia hospitalaria de Ourense para expresar su condena por la muerte de una mujer que falleció acuchillada por su pareja, en un caso de violencia machista. La víctima, de 66 años, murió a primera hora de esta mañana tras ser acuchillada de muerte por su marido en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), un centro médico en el que se encontraba ingresada desde principios de abril por una agresión anterior. De forma espontánea, el personal sanitario se concentró a las puertas del hospital y se guardaron cinco minutos de silencio para condenar el trágico suceso.

 

En este acto, estuvo presente también el delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez. En declaraciones a los informadores, una trabajadora, Asunción Maus, enfermera del servicio de Urgencias e integrante del Sindicato de Enfermería, relató que la mujer llevaba ya varios días en planta. En el momento de los hechos, se encontraban en planta dos enfermeras y dos auxiliares de enfermería. Según ha podido saber Efe, al entrar en la habitación, una de las enfermeras se encontró a la mujer ensangrentada. Mientras, un guardia de seguridad consiguió reducir al supuesto agresor, que se hirió a sí mismo. Preguntada por los protocolos que se siguen en estos casos, ha indicado que en este en concreto no estaba tipificado un posible caso de violencia de género. "No hay ningún tipo de control de quién está acompañando a cada paciente en cada momento" ni sobre "quién accede al hospital", ha subrayado.

 

Además, ha apuntado que en el hospital desconocían "que existiese este peligro potencial" y ha señalado que "si las propias Administraciones y la Justicia, que son quiénes tienen que mediar en estos casos y los que tienen el deber de proteger a los pacientes, no lo hacen, no lo vamos a hacer las enfermeras que estamos para proporcionar cuidados". No obstante, de conocer que había riesgo potencial, "evidentemente hubiésemos extremado las preocupaciones", ha puntualizado.

 

El hombre no tenía orden de alejamiento pese a los indicios de supuesta violencia de género que indagaban los investigadores tras un hipotético asalto denunciado el día 3 de abril en la vivienda que el matrimonio tiene en Pazos, en el municipio orensano de Verín, un presunto hecho delictivo a consecuencia del cual la mujer habría sido lastimada de gravedad. La Policía Nacional y la Guardia Civil no tenían constancia de denuncias previas por malos tratos en esta pareja. El marido de la víctima, que tiene 75 años, denunció el 3 de abril que la noche anterior varios asaltantes tras forzar una puerta agredieron a su mujer.

Protesta en el hospital orensano en el que apuñalaron mortalmente a una mujer