El Ayuntamiento de Pontevedra ha decidido limitar a tan solo 10 kilómetros por hora el límite de velocidad para los vehículos que circulen en calles de plataforma única. Se trata de aquellas en las que la calzada está al mismo nivel que las aceras y en las que convive el tráfico rodado con el tránsito peatonal. Esta medida, que ha sido anunciada este jueves por el concejal de Movilidad, Demetrio Gómez, afectará a vehículos de todo tipo, incluidas motos, bicicletas o patinetes eléctricos, y supone reducir a la mitad la velocidad permitida actualmente, de 20 kilómetros por hora.
El gobierno municipal estudia cuál es la mejor forma de aplicar esta medida que, en todo caso, irá acompañada de una mayor presencia policial en las calles. Entre las zonas afectadas por esta medida se encuentra, entre otras, la totalidad del centro histórico de la ciudad o las principales vías comerciales. A pesar de que en Pontevedra no se registran víctimas mortales por atropellos o accidentes de tráfico desde hace más de ocho años, el Ayuntamiento entiende que se debe "seguir trabajando" para reducir el número de siniestros en los que hay heridos.
"Queremos que la ciudad sea aún más segura y con una sensación de seguridad todavía mayor", ha explicado el responsable de Movilidad, que ha recordado que cuanto mayor es la velocidad más aumenta "exponencialmente" el número de accidentes y su gravedad. Esta medida era una de las recomendaciones que el ingeniero Fernando Nebot incluyó en su estudio para la elaboración de una nueva ordenanza de movilidad en Pontevedra, que recoja la particularidad de una transformación urbana que ha recibido múltiples premios internacionales.
