viernes. 19.04.2024

Más de cien personas han hecho hoy la última etapa del Camino de Santiago bajo el lema "Foltra somos todos" en una jornada lúdica, deportiva, de convivencia e integración, con un mensaje y un objetivo directo y claro: luchar "por la normalización".

Es el resumen de uno de los psicólogos de Foltra, Carlos Agra, quien en una conversación con Efe ha hecho especial hincapié en la necesidad de estandarizar y homogeneizar en la sociedad a las personas con discapacidad, en este caso con daño cerebral, que tienen unas características y unas circunstancias propias pero "pueden hacer de todo" como cualquiera.

Alrededor de seis millones de españoles sufren algún tipo de enfermedad neurológica, dolencia que constituye la primera causa de discapacidad; y más de 400.000 viven con daño cerebral, patología que comprende una serie de lesiones sobrevenidas tras un accidente: un ictus, un traumatismo u otras enfermedades, como puede ser el caso de la meningitis.

Aún así, hoy en día el daño cerebral es una enfermedad poco conocida en nuestra sociedad, pero que está presente y "requiere de un trabajo" y unas terapias como las que se impulsan y utilizan desde Foltra, asegura Ana Peleteiro, directora de la fundación.

"Todos podemos hacer una vida con más o menos capacidades y eso es por los que luchamos", cuenta Peleteiro.

Foltra es un proyecto, una organización que comenzó su andadura como centro sanitario en el año 2008 a partir de una experiencia personal de sus dos fundadores, el catedrático de Fisiología Jesús Devesa y su mujer, Ana Peleteiro, que se encontraron con la necesidad, por convicción, de trabajar con personas con daño neurológico.

En el año 2010 se constituyó definitivamente la fundación, declarada de interés sanitario por la Xunta de Galicia, y en la que actualmente trabajan 120 profesionales que atienden a más de un centenar de pacientes al año.

Su objetivo es abrir nuevos caminos para las personas con daño neurológico que han agotado las posibilidades de evolución y mejora en su calidad de vida en otros centros o instituciones.

Y para tratar estas patologías neurológicas utilizan un tratamiento personalizado, integral y multidisciplinar basado en terapia ocupacional, logopedia, psicología, fisioterapia y natación, siempre buscando la implicación conjunta de profesionales, centro, familia y sociedad.

Pero Foltra es mucho más que un proyecto, mucho más que una entidad: "Foltra es Fe, Optimismo, Lucha y Trabajo", cuatro connotaciones fundamentales para poder "optar a más" y "así lo hace ver en su acrónimo", afirma Peleteiro.

"Foltra somos todos, debemos luchar juntos para que las personas con discapacidad sean felices" y qué mejor forma de hacerlo que desde esta "gran familia" que es la fundación, prosigue Estrella Hervás, madre de Agustín, uno de los pacientes de menor edad.

Agustín, oriundo de Barcelona, tiene ocho años y padece un daño cerebral desde los catorce meses, cuando una meningitis se complicó y le dejó graves secuelas.

"De la noche a la mañana todo puede cambiar, nunca sabes en qué momento te puede pasar", pero la pregunta que siempre les viene a la cabeza a los padres en este caso, la pregunta "quizás obligada" en tales circunstancias, es: "¿Por qué a nosotros?"

A pesar de todo la familia no se rinde, y madre e hijo emprendieron una nueva lucha en Santiago hace diez meses, un tiempo en el que Agustín "ha mejorado muchísimo" gracias al trabajo de rehabilitación tanto física como intelectual que les proporcionan desde Foltra.

"Antes mi hijo era solo un número de historial, aquí es Agustín; me tratan como una persona y me explican las cosas de forma que yo las entienda".

Estrella remarca así la diferencia entre Foltra y otro tipo de instituciones u organizaciones en las que no existe "este trabajo en equipo" con tanta coordinación y comunicación.

Hoy en día en la sociedad se mantienen "infinidad de barreras arquitectónicas" para las personas con discapacidad, pero también barreras sociales que "marcan la diferencia".

Estrella pide "más sentimiento y sensibilidad" y recalca que las personas con discapacidad "no son raras, son como tú o como yo", solo requieren unas necesidades especiales, de comprensión y de aceptación por parte de la sociedad, "pero no de lástima ni de compasión".

"Foltra somos todos", la lucha por la vida viaja por el Camino de Santiago