El Colegio de Podólogos de Galicia aconseja a las personas que recorren el Camino de Santiago utilizar calzado con suela amortiguadora, con más altura en el talón que en el antepié, según un comunicado divulgado hoy coincidiendo con la masiva afluencia de caminantes que acuden en verano. Según los profesionales podólogos, ese tipo de calzado permite evitar "sobrecargas en la musculatura posterior de las piernas" al atravesar caminos abruptos, cubiertos de piedras y maleza y con muchas pendientes.
"La zapatilla ideal es la que se adapta a la estructura del pie. A veces es preferible andar o correr con una zapatilla más pesada pero con mayor amortiguación y sujeción", señala la nota. Los podólogos aconsejan utilizar "calzado cómodo" y "llevar más de un par para poder alternar", con "holgura y altura suficientes en la zona del antepié para que los dedos se muevan libremente y evitar posibles hematomas bajo las uñas".
También advierten de que "no deben ser botas de montaña nuevas, sino algo usadas para que se puedan adaptar fácilmente a los pies". Asimismo, recomiendan llevar varios pares de calcetines "100 % algodón y sin costuras para que los pies puedan transpirar y se mantengan secos" y advierten de que estén bien colocados y "nunca estén húmedos".
Además, sugieren llevar bastón plegable de apoyo, repartir la carga transportada en los tramos con pendiente y moderar de manera progresiva las distancias recorridas, ya que un exceso puede conllevar complicaciones tales como ampollas, tendinitis, dolores musculares y hasta infecciones. Para prevenirlo, los podólogos recomiendan "intentar adaptar la ruta a sus capacidades físicas, recorrer menos distancia y aumentar el ritmo diario de manera paulatina".
Tras la caminata diaria, aconsejan lavar los pies con agua templada y jabón, sumergirlos en agua fresca con líquidos o geles relajantes, aliviar su calentamiento, estirar minuciosamente toda su musculatura o aplicar masajes.
