viernes. 19.04.2024

El Juzgado de lo Penal 3 de Vigo ha condenado a un empresario por un delito de abandono familiar al no pagar a su exmujer la pensión de sus dos hijos, ambos menores de edad, pactada en el divorcio, ello a pesar de su "elevado nivel de vida", según sostiene el tribunal.

 

Diego A.L. deberá pagar una multa de 1.620 euros y abonar a su exmujer 49.500 euros en concepto de pensión compensatoria, así como las cantidades que dejó de ingresar, entre mayo de 2016 y marzo de 2017, de las pensiones de alimentos a sus dos hijos, que ascienden a 4.000 euros mensuales, la mitad en los meses que no hay colegio.

 

Una cantidad que podría oscilar entre los 40.000 y los 50.000 euros, según los cálculos de la Fiscalía y de la acusación particular, una vez descontados los gastos del colegio de los niños, que ascienden a 1.900 euros al mes, que el acusado llegó a abonar. Sostiene la juez que más que la imposibilidad alegada por el acusado de hacer frente al pago de la pensión alimenticia pactada, existe "un desinterés absoluto" por parte del mismo en el cumplimiento de tal obligación.

 

Diego A.L. adujo en la vista oral, en mayo de 2016, que Hacienda embargó todas sus fuentes de ingresos, unos alquileres que cobraba mensualmente, y que desde entonces se quedó sin liquidez, al no percibir hasta la fecha ingreso alguno. Respecto a dos sociedades en las que ostenta el 100 % de las participaciones, alegó que no percibe ningún ingreso de las mismas, que ambas carecen de actividad, y sobre una de ellas ha solicitado el concurso de acreedores.

 

Sin embargo, sostiene la juez en la sentencia, el análisis de los extractos de varias cuentas bancarias y el informe de un mediador del concurso que declaró en el juicio como testigo contradicen su versión, ya que siguió percibiendo ingresos por alquileres durante todo el tiempo que dejó de pasar la pensión a su exmujer. Además, hay constancia documental de un ritmo de vida incompatible con el de alguien que, como Diego A.L., afirma que vive de lo que le dejan sus familiares.

 

El acusado gastó en hoteles, entre mayo de 2016 y marzo de 2017, pagando con una Visa Oro, un importe cercano a los 5.000 euros; otros 3.000 en gastos en agencias de viajes y más de 4.000 euros en restaurantes. En su relación de gastos en ese periodo figuran algunos relacionados con astilleros, parques de atracciones, una escuela de pádel y un club marítimo. También poseía en este periodo un Ferrari y corrió con los "altos gastos" de la vivienda en la que reside, de unos 600 metros cuadrados con jardín.

Condenan a un empresario por no pagar la pensión de sus hijos pese al elevado nivel de...