El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha propuesto la suspensión de funciones y el cese en su puesto al agente D.V.F, que este fin de semana disparó presuntamente quince veces contra una vivienda en el municipio coruñés de San Sadurniño cuando estaba ebrio. Según informa la Dirección General del cuerpo, el agente desempeña sus funciones en el puesto de Ortigueira, en esa misma provincia, del que puede ser destituido una vez finalice el expediente del caso.
Tras recibir el auto del Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol por las diligencias instruidas contra él como presunto autor de los delitos de amenazas graves, daños y conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, Fernández de Mesa ha propuesto su cese. Desde el momento en que la Guardia Civil detuvo al presunto autor de los disparos contra una casa de San Sadurniño, el día 14, se decretó el cese cautelar de funciones del agente.
Además, ya se han iniciado los trámites para la apertura de un expediente disciplinario por una presunta falta grave, sin perjuicio de la estrecha colaboración que la Guardia Civil mantiene con la autoridad judicial para el total esclarecimiento de los hechos, señala la Dirección General. Los hechos tuvieron lugar a las 6 horas del domingo cuando el agente, que estaba fuera de servicio, se presentó ante un domicilio de San Sadurniño y disparó en quince ocasiones contra la puerta y una ventana.
Al parecer, el guardia estaba ebrio y su reacción fue motivada por un incidente anterior con un joven en las fiestas de Castro, en Narón, que creyó que era hijo de los moradores de la vivienda, aunque se equivocaba. Los residentes en ese domicilio salieron a calmarle e intentaron que depusiese su actitud, que no causó daños personales.
Tres horas después fue localizado y detenido como investigado por un presunto delito de amenazas con arma de fuego. La juez decretó ayer su libertad provisional, con una orden de alejamiento de 400 metros de las víctimas y la prohibición de acceso a armas de fuego
