viernes. 29.03.2024

La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a 36 y 35 años y medio de prisión a dos varones por secuestrar a indigentes, mientras que las penas de sus esposas han quedado en un año y seis meses de cárcel, respectivamente. Cuatro personas se sentaron en el banquillo en julio acusadas de tratos degradantes, trata de seres humanos, condiciones laborales abusivas, detención ilegal, lesiones y estafa, todos ellos ocurridos entre 2011 y 2015. Estaban acusados de obligar a indigentes enfermos a realizar trabajos en su beneficio sin remuneración económica alguna, tanto en su domicilio como en las ferias a las que acudían para instalar atracciones.

 

La Audiencia Provincial, en una sentencia del pasado 29 de julio que se ha hecho pública este lunes, condena a los cuatro procesados por unos hechos que la Fiscalía consideraba constitutivos de hasta seis secuestros, por los que pedía en algún caso más de noventa años de prisión. Castiga la AP a los dos varones con 36 y 35 años y medio de prisión por cuatro delitos de trata de seres humanos, otros cuatro de imposición de tratos degradantes y un delito de hurto, además de tenencia ilícita de armas en el primer caso y lesiones en el segundo.

 

Las esposas de ambos han sido encontradas culpables de tenencia ilícita de armas en un caso, por lo que la condena es de un año de prisión, y trato degradante en el otro, con seis meses de cárcel. La sentencia reduce los seis secuestros a cuatro, pues una de las supuestas víctimas no compareció y en otro caso se encontraron diferentes contradicciones, pero los condenados deberán indemnizar con 12.000 euros a cada una de las cuatro víctimas reconocidas. Según el tribunal, los dos hombres buscaban "a personas desvalidas, o por circunstancias económicas o por padecer problemas de salud o enfermedad mental, a las que inicialmente convencían para que colaboraran con ellos" en diferentes trabajos.

 

"El verdadero propósito era el de tener a su exclusiva disposición a estas personas, no solo para realizar para ellos, sin recibir a cambio ninguna remuneración, estas tareas, sino también para lucrarse en su propio beneficio de las pensiones o ayudas sociales de las que fueran o pudieran ser beneficiarios", continúa la sentencia.

 

Todo se producía en un "ambiente de agresividad, tanto física como verbal, y de hostigamiento", con unas "condiciones de vida absolutamente precarias y carentes de la mínima dignidad", pues tenían que "dormir en cajas de camiones o en galpones" y no tenían "cuarto de baño ni agua caliente para lavarse". Vivieron primero en A Coruña, en el asentamiento chabolista de Conservera Celta en la avenida de A Pasaxe, y después en Ledoño, en el municipio limítrofe de Culleredo.

 

De común acuerdo, "decidieron poner en práctica un plan que consistía en ganarse la confianza de personas en situación de riesgo de exclusión social, y que además presentaban limitaciones bien físicas, bien psíquicas, para ofrecerles la posibilidad de colaborar con ellos. La verdadera finalidad, según insiste la sentencia, era obligarlos a trabajar para ellos "sin abonarles remuneración alguna, alojándolos en habitáculos en condiciones higiénicas lamentables, persiguiendo además quedarse en su propio beneficio con las pensiones o ayudas públicas que estas personas percibían o pudieran llegar a percibir".

 

Los maltrataban "no solo física sino también psicológicamente para así imponer su voluntad, logrando de este modo que estas personas, pese a desear poner fin a esta situación, no se atrevieran a hacerlo, por el miedo que sentían hacia ellos". El ambiente de hostigamiento al que estaban sometidas las víctimas "era tal que les impedía tomar decisiones por sí mismas", según dicen los magistrados.

Condenan a 35 y 36 años a dos acusados de secuestrar a indigentes en A Coruña