sábado. 20.04.2024

El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha manifestado hoy que el caso de Diana Quer, una joven de 18 años de la que nada se sabe desde el 22 de agosto, es "complejo", como muchas desapariciones, y ha dicho que los indicios han llevado a plantear hoy una nueva "batida especial".

 

Es por tierra, con el Grupo de Reserva y Seguridad y agentes de la comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, ha informado en su visita al cuartel del Instituto Armado en Noia, y ha indicado que si en algún momento fuese precisa una labor aérea, pues el helicóptero estaría a disposición.

 

La labor de rastreo de este viernes, en la que no intervienen voluntarios, se concentra en una zona bastante montañosa entre Rianxo, un municipio cercano al lugar de A Pobra do Caramiñal en el que la muchacha estaba veraneando, y Boiro, localidad también próxima, puesto que todos estos municipios están enclavados en la comarca coruñesa del Barbanza.

 

De Mesa ha agradecido el trabajo que desempeñan los efectivos que se están ocupando de este suceso, ha querido "animarlos" y les ha dicho que su trabajo es muy "valorado", por el denodado esfuerzo y, además, por el celo que están guardando a pesar de tratarse de un caso muy "mediático".

 

También ha indicado De Mesa que todos los medios, como ocurre siempre, están a disposición de que se requieran, al igual que en cualquier otra denuncia similar, y ha recordado que está vigente el secreto de sumario, así como también ha aludido a la conveniencia de respetar esta reserva decretada sobre las actuaciones con el objeto de no entorpecer las pesquisas y de que no circulen datos falsos que puedan afectar a una familia, la de Diana, "que sufre enormemente", o "generar desánimo".

 

Ha subrayado por tanto, únicamente, que siguen "abiertas todas las hipótesis" y que la Guardia Civil "no va a parar de investigar", dado que nunca lo hace, y como prueba de ello ha insistido en que se mantienen abiertas, con indagaciones varias, causas que se remontan a los años noventa. En el caso de Diana Quer, ha aplaudido la "discreción" mostrada por todos los cuerpos que están trabajando en él y ha rechazado facilitar cualquier detalle más, aunque lo tuviese, porque sería "una imprudencia".

 

Ha contado, simplemente, que toda la información que se obtiene, incluida la proporcionada por el posicionamiento del teléfono móvil de la adolescente y también la de las cámaras de seguridad, tarea en la que se ha contado con la ayuda del Grupo Operativo de Tecnología, es importante y ayuda a "poner blanco sobre negro".

 

Diana Quer mide 1,75, tiene el pelo largo, liso y moreno; los ojos oscuros y pesa 55 kilos. Cuando se constató su ausencia, se facilitó una descripción en la que se decía que la chica llevaba un pantalón corto rosa, camiseta blanca, sudadera y zapatillas negras con cordones, pero parece que pudo haber cambiado su vestimenta, en base a los testimonios de personas que dicen haberla visto esa madrugada.

Los investigadores ven "complejo" el caso Diana Quer y programan otra batida