sábado. 20.04.2024

Una mujer acusada de contratar a tres sicarios en 2014 para matar a su marido invidente ha asegurado que lo hizo “sólo para darle un susto”, en su comparecencia en la primera jornada de la vista oral del juicio en la Audiencia provincial de A Coruña.

 

“Sólo quería asustarlo, pero no matarlo; quería que le metieran miedo para que nos dejara de pegar a mí, a mi hijo y a mi familia”, ha afirmado la acusada, M.J.A.R., residente en el municipio coruñés de Santa Comba, y ha reconocido haber hecho dos pagos -de 3.000 y 7.000 euros- a una persona para que lo matase y haberle echado gotas en el café para dormirlo y entregarlo a los sicarios.

 

La Fiscalía pide para ella una pena de catorce años de prisión por tentativa de asesinato, robo con violencia y denuncia falsa, ya que inicialmente habría acudido a denunciar a la Policía que le habían hecho pagar diferentes cantidades de dinero -unos 45.000 euros- bajo la amenaza de hacerle daño a ella, a su marido y a su hijo.

 

Para las tres personas presuntamente contratadas, la Fiscalía solicita penas de doce años de reclusión por tentativa de asesinato y robo con violencia, ya que, cuando se disponían a supuestamente matar a la víctima, en lugar de ello le sustrajeron sus pertenencias y lo dejaron tirado en una pista forestal.

 

La acusación pide, además, que los acusados indemnicen a la víctima con 150.000 euros por las cantidades sustraídas y los perjuicios ocasionados, incluidos los de naturaleza moral. Según la acusación, la principal acusada denunció el 6 de noviembre de 2014 que había sido objeto de amenazas su familia, por lo que la Policía abrió una investigación sobre presunta extorsión, aunque meses después los agentes descubrieron que era ella la que había contratado los sicarios.

 

El escrito de acusación señala que, después de aceptar diversos pagos y reunirse en varias ocasiones con los otros tres acusados -dos de ellos hermanos y con antecedentes por robos con violencia-, éstos le pidieron que pusiera unas gotas de un frasco que le facilitaron en la bebida de la víctima para poder adormecerlo. El 7 de julio de 2014 la acusada echó las gotas en el café de su marido, que se quedó inconsciente, y, acto seguido, lo introdujo en su vehículo y, tras dejar al volante a uno de los sicarios, otro de ellos la llevó a su lugar de trabajo para no despertar sospechas. Según la Fiscalía, en este momento, “por causas que se desconocen”, los tres presuntos sicarios decidieron no perpetrar el crimen y se limitaron a sustraerle dinero y objetos personales por valor de 1.400 euros y abandonarlo después en una pista forestal. Horas más tarde, dos personas que circulaban por la lo zona lo hallaron “descamisado, inerme y arrastrándose por el suelo” junto a su vehículo. La víctima fue trasladada al Complejo hospitalario de A Coruña, donde los análisis médicos de sangre y orina revelaron que había ingerido benzodiacepinas. Unos días después. su esposa volvió a echarle en el café mas gotas del mismo frasco que le habían facilitado los sicarios, aunque esta vez tan solo se mareó y el plan supuestamente previsto se frustró. El 4 de noviembre de 2014, un grupo de encapuchados no identificados se personaron en los accesos de la vivienda de la familia alrededor de las 05:00 horas, aunque acabaron huyendo cuando el marido salió con un palo para enfrentarse a ellos. Durante la vista oral del juicio -que continuará mañana-, los tres presuntos sicarios negaron en todo momento que tuvieran la voluntad de atentar contra la vida de la víctima, aunque admitieron haber recibido peticiones de la acusada para que lo hiciesen. “Me dijo que le quería dar un susto a su marido y que iba a participar otra gente que había contratado; me pidió que le ayudara por ser su amigo, pero le dije que no y se enfadó mucho. Me acusó de dejarla tirada, y desde ese momento cortamos nuestra relación”, ha señalado uno de los acusados. El abogado de dos de los acusados, Manuel Ferreiro, ha cuestionado la credibilidad de la versión de la acusada, ya que “llegó a identificar a ocho personas, además de las tres que hoy se sientan en el banquillo, como aquellas a las que dio dinero para que diesen un susto a su marido”. El letrado ha asegurado a un grupo de periodistas que sus defendidos "no participaron y, en todo caso,"si hubieran participado desistieron de la acción; se habrían comprometido a matar a una persona y, sin que nadie lo impidiera, no lo habrían hecho, es decir, se arrepintieron o simplemente quisieron engañar a la acusada para quedarse con su dinero”

La acusada de contratar sicarios para matar a su marido dice que quería "asustarlo”