Agentes de la Guardia Civil tramitaron nueve denuncias al comprobar que los vehículos todoterreno inspeccionados en una ruta de alta montaña que se celebró el pasado sábado -23 de febrero- en la localidad lucense de Baleira habían sufrido modificaciones y reformas que no estaban recogidas en la ficha de Inspección Técnica de los Vehículos (ITV), hasta el punto de que uno de ellos tenía “en el motor un turbo de fabricación artesanal”.
Esas reformas detectadas por los agentes no habían sido convenientemente verificadas, tal y como lo establece el Reglamento General de Vehículos, para demostrar que las piezas modificadas seguían cumpliendo los requisitos técnicos exigidos para la circulación de los coches, de modo que lo propietarios de los mismos podrían enfrentarse a sanciones administrativas que llegan a los 500 euros.
Además, uno de los todoterreno denunciados fue propuesto para la realización de una inspección técnica extraordinaria “ante la gravedad de las deficiencias observadas” por los agentes que revisaron el coche, hasta el punto de que esas modificaciones en el vehículo podrían “constituir un peligro para la seguridad vial”. El coche revisado llevaba “instalado en el motor un turbo de fabricación artesanal”, informó la Guardia Civil. La ruta comenzó en la localidad de O Cádavo y discurrió por tramos de carretera abiertos al trafico y por zonas de montaña de la provincia de Lugo.
