jueves. 28.03.2024

José Manuel Carballo, conocido como 'O Chamaco', negó hoy en la vista oral que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Lugo que tuviese intención de matar a su mujer, Ana Gómez, en el domicilio que ambos compartían con los hijos menores de ella, porque lo que pretendía el día de autos era suicidarse, pero se le “disparó la escopeta”.

 

En su declaración ante el tribunal del jurado, formado por seis hombres y cinco mujeres, el acusado aseguró que el día de autos, el 12 de febrero de 2016, le pidió que a su mujer que viniese a casa porque “quería arreglar la situación con ella”. Sin embargo, al escucharla llegar, acompañada de su propia madre -la suegra de Ana- y los hijos de ella, se metió en la habitación de uno de los adolescentes, con la escopeta cargada, y se encerró dentro. A preguntas del ministerio fiscal, aseguró que no tenía ninguna intención “de matar a Ana”. En ese momento, “lo que quería era suicidarme delante de ella y de mi madre. Salgo para fuera, con la mala suerte de que se me disparó la escopeta”.

 

Durante su declaración, José Manuel Carballo negó haber maltratado o amenazado previamente a su mujer y dijo no acordarse de supuestos episodios previos de violencia, incluso del día en el que presuntamente la encañonó con la escopeta y le dijo que la iba a “dejar seca”. Un relato diferente de los hechos presentó el letrado de la acusación particular, Óscar Núñez Torrón, quien aseguró que el acusado disparó a su mujer por la espalda a conciencia y “despreciando” que en la trayectoria del disparo “estaban los hijos de la víctima”. Aseguró que José Manuel Carballo, llegó a llamar a su mujer en los días previas hasta “en 34 ocasiones” para que pasase por la casa de Herbón, además de conminarla a que viniese sola, porque “tenía la decisión” de matarla “tomada” y, cuando tuvo la ocasión, lo que hizo fue “ejecutarla con frialdad”.

 

De hecho, afirmó que en varios mensajes de Whatsapp que le envió a la víctima “ya le anticipó su muerte”. La abogada de la defensa, Paloma Becerra, que pide la libre absolución por “enajenación” mental de su cliente o, en su defecto, que se tengan en cuenta atenuantes relacionados con “sus problemas psiquiátricos”, sostuvo en su alegato que el acusado mató a su mujer, pero lo que ocurrió en la casa de Becerreá fue un homicidio y no un asesinato. “Mató a Ana”, dijo al tribunal del jurado, al tiempo que se preguntaba “en qué estado mental se encontraba” en el momento de los hechos, dado que su cliente padece “problemas mentales, ni diagnosticados ni tratados” y, además, quedó acreditado “que había consumido una botella de alcohol”. Recordó que se casó con Ana Gómez solo dos meses después de haber iniciado su relación de pareja, dado que ella había sido “la única relación que tuvo en su vida”, tras haber “sido criado en una familia desestructurada, carente de referencias materna y paterna”, lo que derivó también en “sus dificultades para las relaciones sociales”. Aseguró que en ningún momento hubo malos tratos previos o amenazas hacia la mujer, porque “el único hogar” que había conocido era el que tenía “con Ana”, con quien no tuvo “ningún problema de convivencia”, sino “dificultades económicas”, porque todos vivían de los “cuatrocientos euros que el cobraba”. De hecho, recordó que la mujer fue a la casa que ambos compartían “voluntariamente”, porque realmente no se sentía atemorizada por él. Además, recordó que José Manuel Carballo “no opuso ninguna resistencia “ a su detención, de hecho “quería acabar con su vida”, pero “lo convencieron para que se entregase”. Como prueba de sus problemas psiquiátricos y del “arrepentimiento” que sentía por sus hechos, dijo que el acusado no pudo “prestar declaración ni ante la Guardia Civil” ni tampoco en el Juzgado, donde sufrió “desvanecimientos” e incluso tuvo que recibir tratamiento para “tranquilizar sus nervios”. La acusación particular precisó, en todo caso, que existen en la causa “pruebas periciales y médicas que acreditan que no tiene ningún tipo de alteración o problema psiquiátrico que le impidan” advertir el alcance de sus hechos. Además, aclaró que “no colaboró con la Justicia”, sino que después de matar a su mujer “se escapó con la escopeta cargada” y “quince proyectiles”, así como que, después de entregarse, “durmió plácidamente en la prisión de Bonxe”. El ministerio fiscal pide para el acusado –que en el momento de los hechos tenía 29 años-, una pena de 28 años de cárcel por maltratar, amenazar y finalmente asesinar a su pareja, que tenía cuarenta en el momento de su muerte, en febrero de 2016. En concreto, la Fiscalía solicita 25 años de cárcel para O Chamaco por un delito de asesinato con alevosía, otro año de reclusión por malos tratos en el ámbito familiar y dos más por amenazas. Además, también pide libertad vigilada para el procesado –cuando cumpla la pena de cárcel- y que se establezca la prohibición de aproximarse o comunicarse por cualquier medio con los hijos, la madre y la hermana de la víctima por un tiempo de cinco años.Por otra parte, solicita que el acusado indemnice a los hijos de la fallecida con 81.000 euros, con 41.000 euros a su madre y con 16.000 euros a su hermana por los daños morales que les ha provocado. En cuanto a los hijos de la fallecida, pide además para ellos una indemnización de 20.000 euros para cada uno a causa de las secuelas que arrastran por “perjuicios psicológicos” y otros 5.630 euros para a uno de ellos por las lesiones que le provocó y las secuelas que le quedaron. En su escrito de acusación, el ministerio fiscal recuerda que José Manuel Carballo y Ana Gómez iniciaron una relación sentimental en octubre de 2014 y ambos se casaron en mayo de 2015, estableciendo su domicilio en Becerreá, donde también vivían los dos hijos menores de la víctima. Las constantes “desavenencias conyugales” y las amenazas de muerte del acusado provocaron que Ana Gómez y sus dos hijos abandonasen provisionalmente el domicilio en el que residían el día 8 de febrero de 2016. Los hechos se produjeron el 12 de febrero de 2016, sobre las seis de la tarde, cuando Ana Gómez, acompañada por sus dos hijos menores y su suegra, acudieron al domicilio en el que convivía la pareja, para hablar sobre “los problemas por los que atravesaba la pareja y la forma de afrontarlos”. Sin embargo, se encontraron con el acusado encerrado en una de las habitaciones, de donde se negaba a salir a pesar de las peticiones de su pareja y de su propia madre. Entonces, Ana Gómez le dijo, según el escrito del fiscal, “ya está, esto no tiene arreglo, así que te pido el divorcio, están de testigos tu madre y mis hijos”. Acto seguido, cuando la víctima bajaba por las escaleras de la casa para ir a la cocina, José Manuel Carballo salió de la habitación con la escopeta cargada y le pegó un tiro por la espalda que la mató en el acto, además de herir en el muslo y en un dedo al hijo mayor de Ana Gómez.

'O Chamaco' asegura que quería suicidarse, pero se le disparó la escopeta