La mujer de un hombre que supuestamente fue agredido por un vecino de un palazo así como la víctima han asegurado hoy en un juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Ourense que el acusado era un “hombre malo” y que los vecinos le tenían “mucho miedo” debido a su carácter “agresivo”. La Fiscalía solicita para el acusado una pena de diez años de cárcel por un delito de tentativa de asesinato por presuntamente agredir a un vecino con varios palazos durante la mañana de 8 de marzo de 2016 en Xinzo de Limia (Ourense).
Según el escrito de la fiscal, ese mismo día y horas después de un juicio que hubo entre ambos -víctima y agresor- la víctima Juan R.R. salía de su vivienda en Trasmiras y se disponía a coger su furgoneta, que se encontraba a la entrada del domicilio. Entonces, "de manera sorpresiva y evitando cualquier posibilidad de defensa de la víctima”, el acusado se dirigió a su vecino y profiriendo la frase “te voy a matar”, le golpeó "fuertemente" con una pala en la cabeza cayendo al suelo.
La Fiscalía cree que después le golpeó “en repetidas ocasiones”, al tiempo que le decía “hay que darte en la cabeza para que aprendas”, hasta que salió su esposa y abandonó el lugar. Como consecuencia de la agresión, la víctima no puede realizar alguna de las actividades que efectuaba habitualmente y sufre una depresión. Durante el juicio, el acusado ha justificado que este vecino le intentó “dar un golpe” por lo que le empujó cayendo “encima del cierre de la puerta de su casa”, tesis que fue descartada por los agentes de la Guardia Civil, y ha subrayado que “no podía actuar de otra manera”.
Sin embargo, la víctima sostiene que cuando salía de su casa oyó como el acusado le decía “te voy a matar”, momento en que le dio con la pala en cabeza, sin que pudiese “hacer nada”, ha comentado. A preguntas de la fiscalía, la esposa ha confirmado que escuchó "dos golpes fuertes” y que en ese momento vio a su marido por la ventana tendido en el suelo por lo que decidió salir, viendo como el acusado golpeaba a mi marido.
Además, una panadera ha relatado que ese día vio como el acusado bajaba la calle con una pala en la mano, y a la víctima “en el suelo, con un charco de sangre” e “inmóvil” por lo que dio aviso sobre lo sucedido. Por estos hechos, la fiscalía y acusación particular piden para el acusado (que ya no reside allí) 10 años de cárcel junto con la prohibición del acusado de acercarse a menos de 500 metros de la víctima y de comunicarse con ella durante doce años y que la acusación eleva a quince. La defensa, en cambio, ha tipificado los hechos como un delito de lesiones, que podría acarrear penas mínima de dos años de prisión, al entender que únicamente se produjo un golpe pero “sin ánimo de matarlo”.
Para ello se ha remitido a la declaración de los forenses, quienes sostuvieron que las heridas se habrían producido por “un único golpe” causado con un instrumento cortante, compatible con una pala.
