Uno de los dos acusados de asesinar a un joven tras conocerlo en un pub de la localidad orensana de O Carballiño ha negado este martes su implicación en una trifulca que derivó en la muerte de la víctima, ha reconocido que tomó “una mala decisión” al coger el coche y parar en el canal donde falleció ahogado y ha atribuido la autoría a su compañero.
El encausado ha comparecido en la primera de las más de diez sesiones programadas de la vista oral del juicio en la Audiencia provincial de Ourense del conocido como crimen de 'A Esmorga', en el que dos jóvenes de O Caballiño están acusados de presuntamente matar a un joven de nacionalidad rumana, Alexandru W.B., de 22 años.
El tribunal integrado por una jurado popular deberá determinar si ambos son o no los autores de un delito de asesinato durante una noche de juerga que concluyó en tragedia, como argumentan las acusaciones, o bien si, como considera una de las defensas, fue un homicidio imprudente por una caída accidental.
La Fiscalía reclama penas de 18 años de prisión y la acusación particular de hasta 25 años de reclusión, mientras que ambas defensas piden la libre absolución para los acusados, Oscar E.L., de 25 años y Eduardo L.F. de 36, residentes en el municipio orensano de Boborás. El abogado defensor Luis Salgado, que representa a uno de los acusados que compareció esta mañana -el otro declarará mañana-, ha tratado de probar que su cliente, Eduardo, “no tuvo ninguna intervención” en lo ocurrido y ha inculpado al otro, Oscar., de haber agredido a la víctima y arrojarla al canal.
La noche del 19 al 20 de diciembre de 2014 los dos acusados acudieron a un pub de O Carballiño y posteriormente tuvieron una discusión con Alexandru, durante la cual, según la Fiscalía, ambos le propinaron una paliza y lo arrojaron después a un embalse, evocando los pasos seguidos por los personajes de la novela de Eduardo Blanco Amor "A Esmorga". Eduardo ha relatado en la vista oral que tras acudir a su vivienda, consumieron alcohol y en un momento Alexandru trató de “orinar al lado de la nevera”, momento en el que se inició una discusión con el otro acusado.
Sin embargo, Eduardo ha rechazado cualquier responsabilidad en lo sucedido tras asegurar que él intentó “echarles de casa” y les amenazó “con una pistola de matar cerdos para que se fueran”. Según su versión, tras esa primera discusión, cogieron el coche y se dirigieron por la carretera que pasa al lado del canal, momento en el que su compañero le pidió parar el coche y se produjo otra trifulca en la que él acabó en el suelo.
“Cuando me levanté vi a Oscar al lado de la barandilla del canal y ya no vi a Alexandru. Después escuché a Óscar decir un rumano menos”, ha declarado este acusado, quien ha insistido en que “si supiera que iba a pasar esto nunca hubiera cogido el coche”. Así, ha alegado que una vez en el agua, Alexandru seguía vivo y “movía los brazos y la cabeza”. La defensa del Oscar, que declara mañana, alega, por el contrario, que fue “un desgraciado accidente” y no un asesinato, y descarta voluntariedad alguna en matar a Alexandru, versión que no se podrá conocer hasta mañana debido a la longitud de la primera jornada del juicio que se demoró hasta casi las 16:00 horas.
En su exposición al tribunal, este letrado ha alegado que todos habían bebido mucho alcohol y consideró que la víctima podría haberse caído "durante “el forcejeo” y se ha remitido a informes periciales que se conocerán en los próximos días y que acreditan que “murió ahogado”. Por su parte, la Fiscalía ve acreditado que los dos acusados, tras una discusión, que fue “subiendo de tono”, “propinaron una paliza, le rompieron los dientes” al joven y, posteriormente, lo trasladaron al lugar que ha calificado de “ratonera" y lo arrojaron al canal.
En la misma línea, el letrado que representa a la madre de Alexandru ha acusado a los dos de haberlo "golpeado como un perro” y posteriormente arrojarlo al canal sin que tuviera posibilidad de salvarse. El juicio, que se prolongará hasta el próximo 7 de mayo, continuará mañana con la declaración del segundo acusado, Oscar y parte del más de medio centenar de testigos citados a declarar.
