sábado. 20.04.2024

Domitila Vicente, afectada por las preferentes de 82 años que se sirve de un andador para desplazarse, ha acudido hoy a los juzgados de lo contencioso-administrativo de Pontevedra para reclamar que le retiren una multa por saltar una valla para entrar en el ayuntamiento de O Rosal en 2013, durante una protesta. El juicio a Vicente ha sido uno de los cuatro previstos para hoy en la batería de más de 40 que las plataformas de afectados del sur de Pontevedra han suscitado para que les retiren otras tantas multas por supuestos excesos en las protestas.

 

Los juicios de hoy afectaban también a otros tres vecinos de O Rosal, uno de ellos, Fernando Asensio, con problemas de movilidad que usaba un taburete para desplazarse, y un cuarto de Tui, por supuestos desórdenes graves. "Tengo osteoporosis y reumatismo", ha declarado la señora de 82 años antes de la vista, apoyada en su andador y mostrando a los medios una rodillera. "Allí estábamos todos como amigos, como una familia, y así nos vienen multando", ha señalado Vicente sobre los días en que, tras la expulsión de los afectados, instalados hasta entonces en el consistorio, se reunían directamente en la plaza colindante para expresar con pitidos y abucheos su malestar por la gestión del PP de la estafa de las preferentes.

 

Varios de quienes por allí pasaron recibieron sanciones muy similares por supuestos desórdenes graves, así como infracciones de tráfico como tocar el claxon o no llevar puesto el cinturón de seguridad, todas en las mismas fechas. "Me acusan de saltar el cinturón policial y arengar a la gente. Todo es mentira total", ha indicado a su vez Asensio.

 

"Estos desgraciados nos roban el dinero y luego los políticos están detrás y la Guardia Civil les hace el juego", ha añadido. De los 18 juicios por multas que se han celebrado, 10 han tenido sentencia, en nueve casos favorable a los multados. En los próximos meses deberán celebrarse otros juicios, más de 20, por casos semejantes.

Una mujer de 82 años con andador exige anulación multa por saltarse una valla