viernes. 29.03.2024

Los peritos que han declarado hoy en la segunda jornada del juicio contra M.S.A., el hombre acusado de violar y matar a su pareja en Marín en diciembre de 2013, para quien la fiscalía pide 35 años de prisión para M.S.A. por asesinato y agresión sexual, han descartado que sea alcohólico.

 

La defensa busca una rebaja de la pena amparándose en la supuesta grave intoxicación etílica del acusado, que ayer reconoció los hechos pero dijo no recordarlos. La experta citada hoy a declarar en la Audiencia de Pontevedra ha señalado que "no se le diagnosticó dependencia" ni "alteración psíquica", ni se registró síndrome de dependencia tras su detención.

 

Durante la sesión de hoy también han intervenido agentes de la policía que participaron en la investigación, que indicaron que solo detuvieron a M.S.A. cuando, llamado a declarar como testigo, incurrió en contradicciones con otros de los consultados y notaron que tenía marcas de arañazos.

 

La vista ha continuado con el relato de la forense que practicó la autopsia, que ha señalado que no pudo concretar si la violación fue posterior o anterior a la muerte de la mujer, y ha hecho hincapié en la gran cantidad de golpes "-imposible contarlos", ha dicho- y en la violencia de las lesiones que se encontraron.

 

Según se recoge en el escrito de acusación del fiscal, M.S.A. golpeó a su pareja durante una discusión en la madrugada del 26 de diciembre de 2013 hasta dejarla semi inconsciente. Aprovechó esta situación, según el representante del ministerio público, para agredirla sexualmente con varios objetos, antes de asfixiarla con las manos.

 

En la primera jornada del juicio, el acusado respondió lacónicamente ante el jurado que se encargará de dirimir su responsabilidad que "sí" empujó a la mujer, pero que no tenía intención de matarla, y dijo no recordar nada de la agresión sexual para achacar todo lo ocurrido a su estado de embriaguez. A preguntas tanto del fiscal como de su propia abogada, admitió que "dicen que" se pone violento cuando bebe, pero que él no lo ve "así" y que "cree que no".

 

El hombre alegó que recuerda detalles de la noche en que murió su pareja, como que el perro estaba encerrado en la cocina o que todo el suceso se produjo en el salón de la vivienda, pero nada sobre los hechos concretos. "Supongo que fue por el estado en el que estaba, sé que había bebido mucho pero no sé cuánto", dijo, y añadió: "ella me arañó, yo estaba muy bebido".

 

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