sábado. 20.04.2024

El jurado ha declarado culpable de agresión sexual y homicidio con abuso de superioridad a M.S.A., el hombre acusado de violar y matar a su pareja en Marín en diciembre de 2013, quien reconoció los hechos en el juicio pero en su descargo alegó estar bajo los efectos del alcohol. La fiscalía y la acusación particular, que ejerce la Xunta, ya habían rebajado en la última jornada del juicio de 35 a 18 años de cárcel su petición de condena para M.S.A., al considerar que no hubo premeditación en los hechos en los que inicialmente apreciaban un delito de asesinato.

 

En la celebración de la vista oral, la defensa buscaba una rebaja de la pena amparándose en la supuesta grave intoxicación etílica del acusado, quien reconoció los hechos pero dijo no recordarlos porque estaba borracho. Los peritos llamados a declarar descartaron esta hipótesis al señalar que "no se le diagnosticó dependencia" ni "alteración psíquica", ni se registró síndrome de dependencia tras su detención. Mientras, agentes de la policía que participaron en la investigación, indicaron que solo detuvieron a M.S.A. cuando, llamado a declarar como testigo, incurrió en contradicciones con otros de los consultados y notaron que tenía marcas de arañazos.

 

La forense que practicó la autopsia a la víctima señaló, por su parte, que no pudo concretar si la violación fue posterior o anterior a la muerte de la mujer, e hizo hincapié en la gran cantidad de golpes "-imposible contarlos", dijo- y en la violencia de las lesiones que se encontraron.

 

Según se recoge en el escrito de acusación del fiscal, M.S.A. golpeó a su pareja durante una discusión en la madrugada del 26 de diciembre de 2013 hasta dejarla semi inconsciente. Aprovechó esta situación, según el representante del ministerio público, para agredirla sexualmente con varios objetos, antes de asfixiarla con las manos.

 

En la primera jornada del juicio, el acusado respondió lacónicamente que "sí" empujó a la mujer, pero que no tenía intención de matarla, y dijo no recordar nada de la agresión sexual para achacar todo lo ocurrido a su estado de embriaguez. A preguntas tanto del fiscal como de su propia abogada, admitió que "dicen que" se pone violento cuando bebe, pero que él no lo ve "así" y que "cree que no".

 

El hombre alegó que recuerda detalles de la noche en que murió su pareja, como que el perro estaba encerrado en la cocina o que todo el suceso se produjo en el salón de la vivienda, pero nada sobre los hechos concretos. "Supongo que fue por el estado en el que estaba, sé que había bebido mucho pero no sé cuánto", dijo, y añadió: "ella me arañó, yo estaba muy bebido".

 

El jurado ve culpable de agresión sexual y homicidio al autor del crimen de Marín