jueves. 28.03.2024

Un hombre acusado de entrar a robar en una casa del municipio pontevedrés de Valga y de estrangular a su dueño, de 92 años, y posteriormente quemar su cadáver para ocultar pruebas, ha sido condenado a dieciséis años de cárcel.

 

En la sentencia, que ha sido facilitada este virenes por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, los magistrados de la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra consideran que Rafael C.B. accedió a la vivienda de la víctima con la intención de robarle, pues sabía que solía tener dinero en casa. Al encontrarse con el dueño, le propinó fuertes golpes en la cabeza y, a continuación, con el ánimo de acabar con su vida, lo estranguló, matándolo por asfixia.

 

El fallo judicial destaca que "con la finalidad de eliminar cualquier huella o indicio de la autoría de los hechos", el acusado arrojó el contenido de una garrafa de gasolina sobre el cuerpo del fallecido, para posteriormente prenderle fuego. En la vista oral, el acusado había negado ser el autor del crimen, alegando que el día del crimen, el 28 de mayo de 2013, no se encontraba en Valga, y afirmó desconocer quién lo cometió, si bien apuntó que "desconfiaba" de una tercera persona.

 

Sin embargo, los magistrados de la Audiencia dan credibilidad a las pruebas halladas por la Guardia Civil en la casa del acusado, entre ellas unos guantes y unas zapatillas que coincidían con las pisadas localizadas, y varios testigos que advirtieron de la presencia de una bicicleta y un perro similar al suyo en las inmediaciones de la casa del anciano el día del crimen.

 

La sentencia condena al acusado a catorce años de prisión por un delito de homicidio, al que los magistrados añaden la circunstancia agravante de abuso de superioridad, y a dos años de prisión por un delito de tentativa de robo con violencia en casa habitada. Respecto a ese último delito, los jueces han tenido en cuenta la agravante de reincidencia y la atenuante de drogadicción.

Dieciséis años de cárcel por robar en una casa de Valga y estrangular al dueño