viernes. 29.03.2024

El caso judicial por la desaparición de Sonia Iglesias, una mujer de Pontevedra de la que se desconoce su paradero desde agosto de 2010, ha sido reabierto, han indicado a Efe fuentes judiciales. Sin embargo, no ha trascendido ningún detalle, ya que la causa está considerada secreta.

 

Agentes de la Policía Nacional han registrado durante cinco horas una vivienda en Pontevedra en la que habían vivido Sonia Iglesias y su expareja, en su momento investigado por la desaparición, aunque la causa fue archivada en 2015 por falta de pruebas. En el lugar, asistiendo a todos estos trabajos, ha estado el que en su día fue el único investigado por la desaparición de la mujer, su expareja Julio Araújo, un hombre que no está detenido, de momento, sino que ha acudido por su relación con la propiedad del terreno.

 

La casa, propiedad de su familia, había sido registrada en su día por la desaparición de Sonia Iglesias, ya que ambos habían convivido en ella al inicio de su relación.

 

Lleva cerrada varios años y, actualmente, estaba en venta según ha podido saber Efe. La búsqueda se está centrando en la finca trasera de la vivienda, un terreno de unos 800 metros que está siendo peinado con un georradar y en donde, fuentes de la investigación confirman que también se ha comenzado a cavar un pozo profundo. Además, los bomberos de Pontevedra han vaciado el agua de un pozo artesanal que está previsto que también sea registrado.

 

Agentes de la Policía Científica, apoyados en su trabajo por un laboratorio móvil llegado desde Madrid, han retirado ya de la propiedad varias bolsas y cajas con pruebas recogidas en el escenario. Hace escasos minutos los agentes han detenidos los trabajos y han asegurado que volverán por la tarde.

 

De hecho, el propio Julio Araújo ha abandonado el lugar conduciendo un vehículo particular, en el que iba acompañado por dos mujeres. El rastro de Sonia Iglesias, una mujer de 38 años en el momento de la desaparición, se perdió el 18 de agosto de 2010 después de que la mujer acudiera a una zapatería de la ciudad y ya no acudiera a su puesto de trabajo como dependienta de un establecimiento comercial del centro de Pontevedra.

 

Su expareja sentimental y padre de su hijo llegó a declarar como investigado por esta desaparición, pero finalmente la justicia retiró la imputación y archivó el caso en abril de 2015 por falta de pruebas. La familia de Sonia siempre ha mantenido sus sospechas sobre la expareja. Cada año, desde la desaparición, una concentración multitudinaria recorre Pontevedra durante el mes de agosto para exigir que se aclare el caso

Confirman la reapertura del caso de Sonia Iglesias en una causa declarada secreta