viernes. 29.03.2024

Sandra Martínez Araújo, la viuda de Manuel Ángel Rivas, el hombre asesinado a puñaladas en Ponte Caldelas (Pontevedra) en noviembre de 2015, ha comparecido hoy ante la titular del juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra para declarar como investigada por este crimen.

 

Es la segunda vez que comparece en el juzgado tras la decisión de la Audiencia de Pontevedra de aceptar el recurso presentado por la familia de la víctima, que pedía que la mujer fuese investigada por las "omisiones e inexactitudes" en su declaración inicial. La viuda, que llegó a los juzgados acompañada de sus hermanas, declaró por espacio de media hora y tan solo quiso responder a las preguntas de la jueza, el fiscal y su propio abogado, rechazando las cuestiones planteadas por el abogado de los padres de la víctima.

 

Este último letrado, Andrés Malvar, ha explicado que "no aclaró", desde su punto de vista, "nada" al mantener la misma declaración que hizo en su día y que lleva a la familia de la víctima a "seguir con las mismas dudas" que tenían con respecto a lo sucedido. Malvar ha señalado que "no hay dudas" de que el autor material del crimen fue Marcos Vidal, un hombre con el que Sandra había mantenido en el pasado una relación sentimental y que confesó los hechos ante la Guardia Civil, pero entiende que la mujer "no es clara".

 

Así, aunque la mujer ha vuelto a negar que mantuviese una relación "paralela" con ambos hombres, el abogado de la familia reitera que el análisis de las llamadas y mensajes telefónicos que compartía con el asesino, así como las declaraciones de varios testigos, demuestran que sí. Las preguntas del fiscal y la jueza que sí respondió se centraron en aclarar esa relación y también en profundizar en lo que pasó entre las 8 y las 10 de la mañana del día del crimen, pues ella intercambió llamadas y mensajes con el homicida confeso y con el móvil de su marido, aunque se sospecha que no era él quien respondía sino su asesino.

 

Además, la viuda ha tenido que responder a cuestiones relativas a dónde estaba esa mañana o a las llamadas que hizo al 061 y al 112 para pedir ayuda a su marido sin que, en teoría, tuviese que saber lo que había pasado o, si lo sabía, sin aclarar a los servicios de emergencias la gravedad de los hechos.

 

Ante la jueza ha reiterado, según Andrés Malvar, que "sigue manteniendo que llamó después de oír gritos" en una llamada con el investigado, aunque no ha aclarado por qué después de que su marido ya estuviese en el suelo con 22 puñaladas habló durante siete minutos y medio con el homicida confeso. La jueza deberá decidir ahora si acepta las diligencias solicitadas por el abogado de la familia de la víctima y de la defensa del asesino confeso que, entre otras cuestiones, piden declaraciones de más testigos y la triangulación de los teléfonos móviles del fallecido, el homicida confeso y la mujer investigada.

 

La jueza también deberá dictar un auto concretando los delitos por los que está investigada Sandra, ya que la Audiencia le ha citado como investigada, pero sin concretar por qué, y el abogado de la familia pide su investigación por asesinato y por omisión del deber de socorro.

La viuda de la víctima del crimen de Ponte Caldelas, de nuevo ante la jueza