jueves. 28.03.2024

Las conversaciones interceptadas a la red de Sito Miñanco dejan confesiones sorprendentes como la de Antonio Palma Hidalgo, un presunto testaferro del narco gallego que relata cómo mató, "sin querer", a un "chaval" en Madrid que se estampó contra el suelo tras recibir un "guantazo" suyo.

 

Dentro de un Peugeot 308 pinchado, Palma Hidalgo, alias Toalla, relató el pasado 16 de enero a un tal Manuel una trifulca que tuvo a las dos de la mañana en el "local El Piano" en Madrid y que acabó con un hombre muerto y Toalla dándose a la fuga.

 

La Policía sitúa a Palma Hidalgo en la parte financiera de la organización de Miñanco y le atribuye transportar dinero y servirle de testaferro. Era, de hecho, el único miembro de la red que viajaba a Galicia para encontrarse con otros miembros muy cercanos a Miñanco como Juan Antonio Fernández, que podría ser el "Juan" que esa noche le acompañaba en Madrid.

 

"¿A ti te dijo Tocayo que yo maté a un chaval en Madrid?", comienza preguntando Antonio Palma Hidalgo a Manuel, según la transcripción de la conversación a la que ha tenido acceso Efe, y sin esperar a su respuesta se defiende: "Fue sin querer, ¿eh?".

 

Explica entonces que el "chaval" se "echó" con él. "Le dije: 'Quillo, no te preocupes, no te enfades tú conmigo'", tras lo que le pegó "un guantazo" y luego, ya fuera en la calle y ante la posibilidad de que llamara a la policía, otro golpe que hizo caer al hombre y darse un golpe contra un bordillo.

 

"Eso es mala suerte, pero mira que se lo advertiste", opina Manuel tras escuchar la historia. "Mira que se lo advertí, era muy poca cosa también", añade Antonio, que reconoce que le dio un "guantazo con la mano abierta".

 

"Yo lo vi babeando, y cuando lo vi babeando me dice el de seguridad: 'Quillo, lo has matado'. Y le dije: '¿Tú quieres también?' Y me dice: 'Lárgate de aquí'", cuenta Antonio. "¿Y cómo te sentiste?", le pregunta Manuel.

 

"Imáginate", responde, a lo que su interlocutor añade: "Con lo sentío que tú eres". Sin embargo, Antonio sigue justificándose: "Pero bueno que le den por culo, porque mira que se lo advertí", y Manuel alaba entonces su destreza a la hora de pegar. "Plomo, pum, y más con la mano esa que tienes". Él y un tal Juan, que le acompañaba en esa noche de marcha, se "quitaron de en medio", Juan en un taxi y él "andando tranquilo, sin prisa".

 

De la escena, según cuenta Antonio, fueron testigos "dos tías que eran del Ayuntamiento de Madrid" a las que Juan visitó dos meses después. Ellas le recriminaron que su amigo había "matado al chaval" ya que cuando la ambulancia del 061 llegó al lugar no pudo hacer nada por él. "Dile que no aparezca por aquí porque nos preguntaron a todos a ver quién era", le dijo una de ellas a Juan.

 

"Imagínate que el chaval en vez de partirle la mandíbula por dos cachos, se hubiera dado con el bordillo y se hubiera muerto", opina entonces Manuel, y Antonio sentencia: "Tú fíjate, por una gilipollez, te meten preso siete u ocho años".

Un testaferro de Miñanco: "¿Te dijo que maté a un chaval? Fue sin querer"