viernes. 29.03.2024

Un hombre acusado de violar y maltratar a su pareja de manera continuada ha declarado hoy que las relaciones sexuales entre ambos "siempre fueron consentidas" y ha atribuido a "errores del corrector" de su dispositivo de telefonía móvil las amenazas cursadas por mensajería. Juan Manuel L.M., residente en el municipio pontevedrés de Ribadumia, hizo estas declaraciones en la vista oral del juicio en la Audiencia de Pontevedra, donde la Fiscalía pide 18 años de cárcel por un delito continuado de violación y maltrato habitual y reclama además una orden de alejamiento y una indemnización de 120.000 euros a la víctima. Su pareja, que ha comparecido a puerta cerrada, ha ratificado la acusación narrada por la Fiscalía asegurando que el hombre abusó sexualmente "aproximadamente en ocho ocasiones" de ella contra su voluntad.

 

Tras la ruptura de la relación de la pareja, que tiene un hijo en común, estos abusos se produjeron cada vez que éste se presentaba en casa, aunque la última vez fue en una pista apartada de Barrantes, en el interior de una furgoneta, según la mujer. Aunque ella se negó "abiertamente" a tener relaciones sexuales, él hacía uso de la fuerza para violarla y, según la Fiscalía, no lo denunció "por temor a represalias". El acusado, que tan solo ha accedido a responder a las preguntas de su abogado, ha asegurado que la ruptura de relaciones con su pareja fue "normal" y que, a pesar de ello, "dormía en su casa casi todos los días", y que las relaciones sexuales eran "consentidas" de manera habitual. Sin embargo, la Fiscalía considera que Juan Manuel L.M. solía intimidar a su expareja de forma violenta, llegando a agredirla físicamente y amenazaba con matarla si lo denunciaba o si llegaba a verla con otra persona.

 

Estas amenazas, que la víctima recibía a través de la red de mensajería WhatsApp, se debían según el acusado a que el corrector del teléfono "mandaba palabras que yo no quería escribir" y, en algunos caso, eran consecuencia de "ataques de celos" que le hacían poner cosas "que no debía" y ante las que siempre "le pedía perdón después". La víctima, entre otros episodios relatados ante el tribunal, explicó que en alguno de los ataques de ira de su expareja, éste rompió la ventanilla del coche estando ella y su hijo dentro y también que atravesó la mampara de la bañera de un puñetazo.

Niega haber violado su pareja y atribuye amenazas a error de corrección móvil