viernes. 29.03.2024

La Audiencia de Pontevedra juzgará a partir del próximo martes 23 de abril a dos hombres que están acusados de haberse disfrazado de guardias civiles para secuestrar a dos mujeres a las que trasladaron a una nave de Vilagarcía de Arousa y ataron a una columna con las manos a la espalda. El fiscal sostiene que las mantuvieron retenidas durante varias horas, hasta que las mujeres les dijeron dónde tenían guardado el dinero.

 

La Fiscalía solicita trece años y nueve meses de prisión para uno de ellos y doce años de cárcel para el otro como autores de los delitos de detención ilegal, robo con intimidación y daños. El escrito de acusación, que ha sido facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, explica que el asalto a la vivienda en la que se encontraban las dos mujeres, la propietaria y una empleada de hogar, se produjo el 20 de noviembre de 2013. Los dos hombres, según el fiscal, llamaron al telefonillo de la vivienda vestidos con uniformes de la Guardia Civil y, tras engañar a la dueña para que les dejara entrar, abordaron a las dos mujeres alegando que las llevaban detenidas y atándolas con unas bridas.

 

Los acusados metieron a las dos mujeres en un Audi A6 que estaba aparcado en el garaje de la casa, les pusieron un pasamontañas en la cabeza y las llevaron a una nave industrial abandonada, en donde las bajaron a un sótano y las ataron a una columna. Ante la negativa de las mujeres a decirles donde tenían dinero guardado, uno de los acusados puso una pistola en la cabeza a la dueña de la casa, le enseñó fotos de su hija amenazándola con descuartizarla y fingió estar dispuesto a cortarle los dedos de una mano con un cuchillo.

 

Tras varias horas retenidas, la mujer les reveló donde tenía oculto dinero y joyas y, de manera alternativa, los dos hombres acudieron al domicilio para buscarlo, revolviendo las habitaciones y picando el suelo del garaje hasta que hallaron el botín. Después de hacerse con el dinero y con las joyas, los acusados volvieron a subir a las dos mujeres al coche y las llevaron de vuelta al domicilio, en donde las dejaron atadas y las advirtieron que "tenemos amigos en Guardia Civil y vamos a saber lo que declaráis" para, a continuación, marcharse en dos coches de alta gama que robaron de la casa.

 

Uno de estos coches lo abandonaron delante de un concesionario de automoción y el otro lo dejaron en una carretera secundaria del municipio pontevedrés de Meis tras plantarle fuego con la intención de deshacerse de él. Junto con la pena de cárcel, el fiscal exige que los acusados devuelvan los 3.000 euros robados, que abonen el valor de los relojes que no fueron recuperados, que paguen por el coche que incendiaron y que asuman el coste de los daños producidos en la vivienda.

Juzgan a dos hombres que fingieron ser agentes para secuestrar a dos mujeres