viernes. 19.04.2024

Un jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de un delito de asesinato con el agravante de alevosía y ensañamiento a Marcos Vidal González, acusado de matar a puñaladas en Ponte Caldelas (Pontevedra) al marido de una mujer con la que había mantenido una relación sentimental.

 

Los miembros del jurado han juzgado, asimismo, que en la gradación de la pena, que la Fiscalía ha insistido en fijar en 20 años de prisión, por 23 que piden las acusaciones particulares, se tengan en cuenta los atenuantes de confesión y dilaciones indebidas, pero descartan que hubiera ofuscación.

 

Consideran probado que el acusado tiró a la víctima al suelo, la inmovilizó con la rodilla y la atacó con una navaja con el propósito de acabar con su vida, y que le propinó más puñaladas de las necesarias para causarle más dolor. El abogado de la defensa, que solicita que el acusado sea condenado a diez años y un día, ha pedido que se deduzca testimonio a la esposa de la víctima por un delito de falso testimonio. La familia de la víctima, por su parte, pide lo mismo al considerar que mintió en el juicio, e instó que reabra la investigación que en su día cerró el juzgado de instrucción por su posible relación con el crimen.

 

El crimen se produjo el 28 de noviembre de 2015 cuando el acusado, que un año antes había tenido una breve relación con la mujer durante un período de separación de la pareja, acudió a Ponte Caldelas para comprobar si el matrimonio había vuelto a vivir junto. Según relata el escrito de acusación, Marcos V.G. accedió al edificio aprovechando que salía uno de los vecinos y se encontró con la víctima que, en ese momento, abandonaba su domicilio y le preguntó si vivía de nuevo con su esposa.

 

El acusado obligó a la víctima a entrar de nuevo en la vivienda y después de comprobar que efectivamente la pareja había retomado su relación entabló con él un forcejeo y lo tiró al suelo en donde, tras sujetarlo por el hombro, le asestó hasta quince puñaladas con una navaja.

 

Durante la vista oral, celebrara esta semana en la Audiencia de Pontevedra, Marcos Vidal González reconoció su culpabilidad y, dirigiéndose al jurado, dijo que no quería que tuvieran "piedad" de él a la hora de emitir un veredicto. Tanto es así, que afirmó que si perdiera a un hijo "pediría que encarcelaran a esa persona o que la fusilasen".

 

Mientras, la viuda de la víctima declaró en la vista oral que Marcos Vidal González estaba "obsesionado" con ella, tenía al matrimonio "amenazado de muerte" y ella vivía "aterrorizada". La mujer explicó que lo que mantuvo con el acusado durante la separación temporal de la pareja "no fue una relación sentimental". "Intentamos conocernos un poco más pero yo me di cuenta de que era una persona agresiva y no continué con la relación", señaló Sandra M.A., que añadió que intentó que quedasen "como amigos" pero él "ya estaba obsesionado".

 

El día del crimen, recordó la viuda en el juicio, intentó ponerse en contacto con la víctima "hasta cuatro o cinco veces" y cuando logró comunicarse con él por teléfono escuchó cómo éste gritaba "¡no, Marcos, no!". En esta conversación telefónica, realizada por el acusado desde el móvil de la víctima, "él me dijo: lo maté, ven aquí a limpiar la sangre", según relató la mujer. Sandra M.A., que llegó a estar investigada por este crimen, reconoció que nunca denunció a Marcos Vidal ante las autoridades porque un día le advirtió que lo haría y, según su relato, "me dijo que de la cárcel se salía y vendría a por mí".

Declaran culpable de asesinato al acusado del crimen de Ponte Caldelas