Antonio, el hombre que fue agredido en un supermercado de la capital gallega y cursó denuncia por un delito de violencia contra la libertad sexual, al ser llamado "maricón" y recibir puñetazos por estar casado con otro varón, Roberto, ha señalado hoy que el daño emocional "tardará en irse".
En su cuenta oficial de Facebook agradece las muestras de cariño y apoyo recibidas, ante las que se declara "realmente emocionado", y muestra su deseo de contestarlas individualmente, aunque explica que todavía está "bastante afectado", por magulladuras y lesiones en el rostro.
"El daño físico cicatrizará, pero el daño emocional tardará en desaparecer", describe, y de nuevo da las gracias a todos los que se han implicado y han repudiado lo que le ha acontecido a esta pareja.