viernes. 19.04.2024

El tribunal del jurado de la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha declarado hoy culpable de homicidio al hombre nacido en Portugal que acabó con la vida de otro feriante en Arzúa en 2016 tras propinarle un fuerte golpe en la cabeza.

 

Los integrantes del jurado consideran que ha quedado probado que el procesado atacó a la víctima el 1 de agosto de 2016 en Quión, una localidad de Touro, en Arzúa. Por ello, lo declaran culpable de homicidio con dolo eventual, es decir, que actuó a sabiendas del riesgo que implicaba su agresión para la vida de la víctima. El jurado popular alega que se demostró que aquel 1 de agosto el procesado se dirigió a la víctima, que discutía con su padre sobre la ubicación de sus barracas, con un nivel de aluminio de unos cincuenta centímetros y le propinó un golpe con él en la frente.

 

Tras la agresión, el ahora fallecido fue evacuado en helicóptero a Santiago de Compostela, donde murió en el hospital una semana más tarde como consecuencia de la herida. El acusado aseguró durante el juicio que nunca tuvo ni utilizó un nivel, como el que las acusaciones creen que usó para la supuesta agresión, porque instala su atracción "a ojo" y dijo que lo único que hizo fue empujar a la víctima y marcharse para evitar una pelea posterior, por lo que pedía la libre absolución.

 

La Fiscalía aseguró que utilizó el citado nivel para golpear al fallecido en la cabeza, por lo que solicitaba trece años de cárcel por homicidio, y la acusación articular consideró que se trató de un asesinato porque cree que hubo alevosía en un ataque "sorpresivo", por lo que pedía hasta veinticinco años de prisión. Los médicos forenses que examinaron el cadáver del feriante fallecido entraron a hacer la autopsia con la hipótesis de que el traumatismo había sido provocado por una caída hacia atrás, una idea que quedó "descartada" en el acto:

 

"Una caída hacia atrás nunca jamás produce la fractura que tenía este cadáver", expresaron "A partir de ahí, la primera hipótesis es un golpe en la frente. No nos cabe ninguna duda que el punto de contacto entre el objeto contundente y la cabeza de la víctima fue en la frente" y con "un golpe directo producido por un objeto con una superficie plana", continuaron Una vez determinaron que el traumatismo estuvo provocado por un impacto frontal, todavía barajaron la posibilidad de una caída, en este caso hacia delante.

 

Ese accidente implicaría la existencia de "lesiones en distintos puntos de la cara" que "no existían" y también, si la víctima estaba consciente, de marcas en las manos, que habría utilizado para protegerse, aunque tampoco "tenía absolutamente nada". Examinaron, además, el peldaño de las escaleras donde supuestamente cayó la víctima, que por su irregularidad también habría dejado unas "marcas" inexistentes y descartaron, además, la caída contra el suelo, en un prado, que habría producido "una línea de fractura mucho más pequeña".

 

Los médicos forenses dijeron, en todo caso, que la víctima recibió "un solo golpe" en "un hueso que, en condiciones normales, es muy fuerte". "La violencia con la que se produjo ese traumatismo es muy, muy, muy importante", zanjaron al tiempo que veían compatible el traumatismo con el que provocaría un nivel, aunque de cierta longitud y "no de diez centímetros" ni tampoco ningún objeto más pequeño como un martillo.

Declaran culpable de homicidio al hombre que mató a otro feriante en Arzúa