jueves. 28.03.2024

Una asociación de víctimas del descarrilamiento de un tren Alvia en 2013 en las afueras de Santiago de Compostela denuncia la ocultación de información por parte del constructor ferroviario Talgo, del operador Renfe, del gestor de infraestructuras Adif y del Ministerio de Fomento.

 

El 24 de julio de 2013 un tren Alvia procedente de Madrid con destino a Ferrol circuló a 190 kilómetros por hora por un curva antes de entrar en la capital gallega en la que la velocidad estaba limitada a 80 kilómetros por hora y descarriló, dejando 80 pasajeros muertos y 150 heridos.

 

La asociación Plataforma Víctimas Alvia 04155, del nombre del convoy siniestrado, expresa en un comunicado su "apoyo" a un técnico que ha denunciado que los datos del tren fueron "borrados nada más ocurrir el accidente, con nocturnidad y alevosía", incluida "la información sobre las averías que sufría el tren antes de partir". Añade que algún responsable de esas empresas "ordenó borrar de su sistema todas las averías críticas del tren accidentado el 24 de julio de 2013 transcurrida una media hora del siniestro".

 

La constructora ferroviaria Talgo ha alegado que "es técnicamente imposible borrar esos datos", pero "cualquier persona con mínimos conocimientos técnicos sabe que no es verdad", subraya la asociación, que reclama "una investigación exhaustiva". Añade que "no es la primera vez que la empresa fabricante del tren oculta información de esta tragedia" y señala que sus responsables "ya lo hicieron al no facilitar los datos de peso del tren, que quedó sin aclarar en el peritaje".

 

Plataforma Víctimas Alvia 04155 califica de "espeluznante" la manera en que los agentes implicado en el accidente "hicieron su trabajo rápidamente para ocultar las verdaderas causas de esta terrible tragedia".

 

Así, reprocha también a Renfe que "no envió información al Juzgado" y "no entregó el aviso del jefe de maquinistas advirtiendo por escrito del peligro de la curva que apareció meses después". Además, la firma Adif, gestora del trazado ferroviavio, "ocultó información relevante y contrató al despacho de abogados de su imputado para asesorar a los técnicos en la comisión de investigación parlamentaria". Por último, el Ministerio de Fomento, cuya titular era entonces Ana Pastor, "trató de ocultar el demoledor informe de la Unión Europea".

 

Ese departamento del Gobierno "se negó y sigue negándose", incluido ahora con el ministro José Luis Ábalos al frente, "a hacer una investigación técnica independiente como exige la UE", enfatiza. Por su parte, el entonces secretario de Estado Rafael Catalá, "negó que fuera un accidente de alta velocidad para proteger los negocios", apunta la asociación.

 

Por ello, destaca que gracias a "gente honrada y valiente capaz de contar la verdad por encima de otros intereses y miedos" como un técnico que ha decidido denunciar esa situación, "hacen que nos sintamos orgullosos y reconfortados en esta lucha, que pensamos es la de todos", conlcuye.

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