Un hombre acusado de agredir a dos policías que acudieron a la habitación del hotel donde estaba alojado por las quejas de otros clientes, y donde se encontró droga presuntamente destinada a la venta, ha alegado hoy en la vista oral del juicio que se puso "nervioso" y ha pedido disculpas a los agentes.
El individuo, identificado con las iniciales D.T.C., ha hecho estas observaciones al ejercer su derecho a la última palabra y ha admitido que "no estaba dentro de los cabales". La vista oral se ha celebrado esta mañana en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, y el caso ha quedado visto para sentencia después de que la Fiscalía elevase a definitivas sus conclusiones y la defensa solicitase la libre absolución del encausado.
La defensa del acusado ha considerado que la entrada de los agentes en la habitación fue "ilegal" porque vulneró el derecho a la inviolabilidad del domicilio. La Fiscalía solicita para el acusado dos años de prisión por un delito de atentar contra la autoridad y, por cada uno de los dos delitos leves de lesiones de los que se le acusa, una multa de 720 euros.
Además, pide cinco años de prisión por tráfico de drogas, una multa de 15.000 euros y una indemnización a los dos agentes policiales heridos. El acusado, que durante la vista oral tan sólo ha contestado a las preguntas de su letrado, ha justificado que la agresión se produjo después de que su pareja le echase de casa, ya que tenía "problemas con las drogas" que ella "no aceptaba".
Así, ha señalado que por ello se fue a un hotel tras hacerse con un sobre con unos 3.000 euros que la chica guardaba en su mesilla, dinero con el que compró droga. Ha argumentado que su intención era "ir al hotel y consumir" la droga y que la balanza de precisión encontrada en la habitación en la que se hospedaba la utilizaba "para dosificar las dosis" y para comprobar las cantidades de hachís y cocaína que adquirió, no para venderla.
El acusado ha afirmado que se encontraba en la ducha cuando la Policía irrumpió en su habitación, que se puso "nervioso" por las sustancias que había consumido, justificando así el forcejeo que dejó a dos agentes lesionados. Ha asegurado que la droga, el dinero y la balanza de precisión encontrados estaban dentro de una mochila, un extremo que los agentes encargados de la intervención han negado, al igual que el hecho de que estuviera en la ducha. Según los agentes, el acusado se encontraba prácticamente desnudo en su habitación diciendo "cosas sin sentido" y luego intentó escaparse por una trampilla en el techo del baño.
La Fiscalía ha concluido que la vulneración del derecho a la inviolabilidad del domicilio denunciado por la defensa "no ha tenido lugar" y que la Policía irrumpió en la habitación por "temor de riesgo vital" del acusado, ya que varios huéspedes se encontraban "asustados" por los "ruidos raros" que se escuchaban y porque hacía días que no salía de la misma.
Sin embargo, la defensa ha señalado que no existía un estado "de necesidad o urgencia" para entrar en la habitación y que las declaraciones de los agentes durante la vista oral iban "dirigidas porque son conscientes de las repercusiones" de "entrar en un domicilio sin orden judicial". Además, ha solicitado que, de no concedérsele la libre absolución, se aplique para el acusado la atenuante de drogadicción.
